El 15 de septiembre de 1910, en una emotiva ceremonia, nacen, la Escuela Modelo en Mérida, y la Educación Rural en las haciendas henequeneras de Yucatán. En la ceremonia llevada a cabo en la Quinta San Vicente, Don Gonzalo Cámara pronuncia un emotivo discurso en el que se destacan tres vertientes en los principios de la institución: La educación con la cercanía a la naturaleza, el ejercicio del laicismo como la forma más profunda e irrestricta del respeto en todas sus formas, y la inclusión en la enseñanza del deporte en forma paralela a la ciencia. En este discurso, Don Gonzalo hizo hincapié en que: “La nueva escuela se asienta con fuerza en el principio de la educación griega que reza: <Mente sana en cuerpo sano>, que traerá profundos beneficios a los alumnos así formados”. Por su parte, la ceremonia en la que, históricamente da inicio la educación rural en México, el discurso inaugural estuvo a cargo del Lic. Ricardo Molina Hübe, quien concluyó vibrantemente diciendo: “Estamos llevando la educación al campo yucateco, y lo haremos, con los hacendados, sin los hacendados, o a pesar de los hacendados”. Así, el 15 de septiembre de 1910, pasa a ser una fecha histórica para la educación de Yucatán.
Los primeros años de la Escuela Modelo transcurren con las bases ya puestas, pero sin mucha estabilidad en la dirección, lo cual no influyó en que su desarrollo fuera ágil y vertiginoso. La década 1910-1920, significó el paso de seis distinguidos pedagogos al timón de la nobel embarcación. Los dos primeros directores, fueron discípulos de Enrique Rébsamen. En el curso 1910-1911, la dirección de la escuela fue ejercida por el eminente pedagogo Luis C. Bauregard. En el curso 1911-1912, fue director Don Gonzalo Gómez, quien viene de Xalapa, Veracruz, con su hija Xóchitl Gómez, que estudia en la escuela, siendo así la primera niña modelista en la historia de la institución. El curso 1912-1913, marca el ejercicio de la dirección de una figura de primer orden en la historia de la educación en Yucatán, se trata del Profr. José de la Luz Mena Alcocer, líder de la llamada Escuela Racionalista de Yucatán, e importante colaborador en este campo durante el gobierno de Felipe Carrillo Puerto. El curso siguiente, 1913-1914, es director el médico y maestro Maximiliano Vadillo Acosta. Éste es sucedido por uno de los más grandes educadores de Yucatán en el S. XX, el Profr. Manuel Alcalá Martín, quien la ejerce de 1914 a 1917.
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Por su avanzada edad y el quebranto de su salud, el Mtro. Alcalá deja la dirección en manos de un joven y brillante pedagogo, José Guadalupe Novelo Ramírez, quien la ejercerá de 1917 a 1962, por cuarenta y cinco años, en los cuales revolucionará la educación en la Escuela Modelo, y en el Estado de Yucatán. Don Pepe Novelo, como cariñosamente se le llamaba en la Escuela Modelo, establece nuevas bases y parámetros en las técnicas de la educación, al calor de su ejercicio de la dirección de la escuela, se va creando el concepto de maestro y amigo, pues ejercía el criterio de que, la labor del educador debe extenderse más allá del aula, y éste debe procurar incidir en la formación de los alumnos más allá del campo de la ciencia, y llegar a todos los aspectos de la vida misma. Una de sus primeras acciones en la Escuela Modelo, fue retirar de los salones de clases las cátedras, tarimas de madera sobre las cuales se ponía el escritorio del profesor, pues Don Pepe consideraba que, maestro y alumno, debían estar al mismo nivel para que la comunicación entre ellos fluyera sin obstáculo alguno. También ejercía un criterio sobre la conducta y decía a los profesores a su cargo: “El que me pida que expulse a un alumno, mejor que renuncie, pues está demostrando que no lo puede educar”. Por todas estas características, a Don Pepe Novelo se le dio el apelativo de “El Forjador de Caracteres”.
En el año de 1912, sucede un hecho de gran trascendencia para la vida de la Escuela Modelo, se hace cargo de la clase de deportes el abogado norteamericano de origen inglés, Mr. Henry Ralph Rindge. La incorporación de Mr. Rindge a la vida modelista significó una serie de innovaciones y disciplinas desconocidas en Yucatán hasta ese momento. Con su ejercicio de las clases de deportes, se inicia la práctica formal del béisbol en la escuela. Mr. Rindge organiza el primer equipo de béisbol de la Escuela Modelo en el que participan los alumnos: Eliseo Carvajal, quien llegaría a ser el legendario y popular cátcher yucateco conocido como “Cabezotas Carvajal; Francisco “El Pich” Duarte, Atilio Cámara Zavala, Federico Beltrán, Carlos Cachón, Raúl Ponce G. Cantón, Sérvulo Gregorio Sánchez, Eduardo Patrón Cervera, Alberto “Gallo” Aznar Mendoza y Fausto R. Cámara Zavala. En 1913, la Liga de Acción Social organiza el primer campeonato de béisbol de Yucatán, el cual gana el equipo de la Escuela Modelo. El trofeo fue una gran copa de plata que está guardada en el Salón de Actos de la Escuela Modelo. El equipo estuvo integrado por: Amín Eljure, Fernando Correa, Asís Abraham Daguer, Emilio Espinosa Urzaiz, Andrés Fernández-Montilla Martínez, Pablo Córdova, Manuel Fernández-Montilla Martínez, Benito Rosel Sabas, Ernesto y José María Eljure, Gonzalo “Sansón” Novelo, Camilo Cámara Vales y Efraín Peniche Erosa.
Las acciones de Mr. Rindge en la escuela Modelo, incluyeron también la introducción al estado de un deporte hasta entonces totalmente desconocido aquí, el Basquetbol. De esta manera, gracias a Mr. Rindge, el Basquetbol nace en Yucatán en el ámbito de la Escuela Modelo. Los alumnos que egresaron entonces de la escuela, fueron quienes llevaron este deporte al Instituto Literario de Yucatán, antecedente de la Universidad Nacional del Sureste que abriría sus puertas en 1922. También a Mr. Rindge se debe el establecimiento en la Escuela Modelo de los llamados Juegos Tradicionales, que hasta hoy se practican en la institución, y que son el Pas Bol, las Carreras de Relevos y la gustadísima Jala la Soga. Pero lo más trascendente dejado en la Escuela Modelo por Henry Ralph Rindge, es sin duda su escudo. En este esencial símbolo del modelismo se pone de manifiesto que, Mr. Rindge era un conocedor de las normas que rigen la heráldica, pues el escudo modelista cumple con todos los cánones de esta ciencia auxiliar de la historia. Es un escudo español por la forma, dividido en cuatro cuarteles. En los dos superiores esta simbolizado el estudio por dos libros abiertos; en los inferiores hay útiles deportivos que simbolizan la práctica de éstos paralelamente a las ciencias. El escudo está atravesado por una antorcha encendida que esparce rayos de luz, como símbolo de que, el hombre formado con ciencia y deporte será capaz de iluminar el mundo. Y a esto hay que agregar el lema de gran profundidad: “Para sí, para todos”, que es la renuncia al individualismo en aras del bien común.
En estos primeros años de la Escuela Modelo se fue construyendo el proceso por el cual fue tomando su personalidad propia que perdura hasta nuestros días.
