La milpa tradicional ha sido la fuente fundamental de la alimentación de los mayas, factor que Felipe Carrillo Puerto tenía muy claro al procurar la repartición de tierras, especialmente para la siembra de maíz y los productos de la región.
Aunque el henequén era el cultivo más redituable de aquellos tiempos, el líder socialista sabía que también era indispensable evitar la dependencia económica hacia otras regiones, principalmente respecto a los granos, y procurar la autosuficiencia alimentaria. Pero, sobre todo, era necesario liberar a los peones mayas de sus padecimientos en muchas de las haciendas henequeneras y restituirles las tierras que les pertenecían desde los tiempos remotos.
Esos son los temas centrales sobre los cuales versó la conferencia “Felipe Carrillo Puerto, la milpa tradicional y la hacienda henequenera: signos antagónicos”, a cargo del antropólogo, profesor y escritor maya Santiago Domínguez Aké, que impartió el pasado miércoles 15 de noviembre por la tarde en el Auditorio Salvador Rodríguez Losa de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY.
El tema de la milpa es ampliamente conocido por el Mtro. Santiago que ha publicado detallados libros bilingües acerca de la misma. Algo que remarcó en su charla fue la relación esencial y profunda que existe entre el maya y la tierra, tanto por el trabajo y sus frutos como por su simbolismo.
También destacó que Carrillo Puerto conocía de esa relación ancestral gracias a que hablaba el idioma maya y ello le permitió establecer contacto con los campesinos en sus andanzas como arriero y como propagandista del gobierno de Salvador Alvarado, además de sus experiencias infantiles y juveniles en su natal Motul y poblaciones cercanas como Kaxatah y Sacapuc.
En particular, se hizo referencia a las relaciones del prócer con los habitantes de Muxupip, con quienes llegó a sentir fuerte empatía, brindándoles toda la ayuda que les fue posible, al grado de que desde el día de su asesinato se le hace año con año un velorio conmemorativo con participación comunitaria. Gracias a sus gestiones en vida, en 1927 Muxupip fue declarado municipio libre, separándose de Motul.
El conferencista resaltó el orgullo de la identidad maya y la importancia de hablar el idioma originario, lejos de todo sentimiento de vergüenza y de la denominación de “dialecto” empleado en sentido despectivo y no en su acepción lingüística. Hablar el idioma maya significa establecer vínculos con personas de amplios conocimientos de vida y de la realidad social y aprender de ellas.
El evento, con un público casi por completo estudiantil, fue coordinado por la Confederación de Profesionistas de la Península, dentro del ciclo denominado “Felipe Carrillo Puerto, 149 años de su natalicio”, y contó con la moderación del Dr. Felipe Couoh Jiménez.