Los New York Yankees no han jugado en la Serie Mundial desde que ganaron su título número 27 en el 2009 contra los Philadelphia Phillies.
Para el calendario gregoriano eso ocurrió hace 14 años, pero en el “YTS” (“Yankee Time Standard”) que rige en el Bronx, fue hace tanto tiempo que ya pocos recuerdan los detalles. Para empeorar la situación, el desempeño del club más ganador de la historia del deporte profesional estadounidense en el 2023, fue el peor en muchos años.
Los Yankees (82-80) fallaron en clasificar a los playoffs por primera vez desde el 2016 y su total de triunfos fue el más bajo desde 1992 (76) en una temporada normal de 162 juegos. Quedaron a 19 juegos del primer lugar y aunque terminaron en la cuarta plaza de la División Este de la Liga Americana, por mucho tiempo estuvieron en el sótano.
Ese es el tipo de actuación que generalmente ha provocado que los Yankees exploren activamente los mercados de cambios y de agencia libre para calmar a sus, históricamente, iracundos y exigentes aficionados.
Sin embargo, actualmente hay realidades y reglas que, aunque no impiden, limitan la capacidad de ciertos clubes para gastar extraordinariamente, como hicieron los Bombarderos del Bronx en el invierno del 2008, cuando invirtieron cerca de $500 millones en el 1B Mark Teixeira ($180 millones) y los lanzadores CC Sabathia ($161 M.) y AJ Burnett ($83,5 M.), y aceleraron el proceso del título que consiguieron en 2009.
Y es verdad que más recientemente, los Texas Rangers gastaron exactamente $500 millones en el SS Corey Seager ($325 millones) y el 2B Marcus Semien ($175 M.), en el invierno del 2021, creando la base de un proyecto que, hace algunos días, concluyó con la conquista de la primera Serie Mundial de la franquicia.
Pero la realidad es que en estos tiempos, el gasto en jugadores está controlado por el llamado “Impuesto al Equilibrio Competitivo” (CBT, por sus siglas en inglés), que funciona como una multa contra los clubes que invierten por encima de un umbral acordado Por Grandes Ligas y la Asociación de Peloteros en el Convenio Laboral Colectivo.
Es por ello, que antes de ver las necesidades de los equipos y los agentes libres disponibles en el mercado, hay que verificar el compromiso que arrastra cada conjunto y donde se encuentra el techo de gasto de las próximas temporadas.
Mientras los Padres tienen tres contratos muy recientes que se acercan a los mil millones (Manny Machado, $350 M., Fernando Tatis Jr., $341 M., y Xander Bogaerts, $280 M.), los Yankees tienen tres que superan esa cifra (Judge, $360 M., Giancarlo Stanton, $325 M, y Cole, $324 M.). Del grupo, los pactos de Cole y Stanton (2029) son los que están más próximos a concluir.
Sin importar la decisión que tome la oficina central para tratar de llenar los huecos en su roster, está claro que los Yankees necesitarán más de una una estrategia para mejorar el equipo del 2024 al tiempo que limitan las violaciones que podrían empeñar el futuro de la franquicia.
Por ESPN