La mayoría de las personas con dolor de espalda crónico naturalmente piensan que su dolor es causado por lesiones u otros problemas en el cuerpo como artritis o discos abultados. Pero nuestro equipo de investigación ha descubierto que pensar en la causa fundamental del dolor como un proceso que ocurre en el cerebro puede ayudar a promover la recuperación. Ése es un hallazgo clave de un estudio que mis colegas y yo publicamos recientemente en JAMA Network Open, una revista médica mensual de acceso abierto.
Hemos estado estudiando un tratamiento psicológico llamado terapia de reprocesamiento del dolor que puede ayudar a “apagar” señales de dolor inútiles e innecesarias en el cerebro. Para ello, llevamos a cabo un estudio en el que algunas personas fueron elegidas al azar para recibir el tratamiento de terapia de reprocesamiento del dolor, mientras que otras recibieron una inyección de placebo en la espalda.
Incluimos 151 adultos de 21 a 70 años con dolor de espalda crónico. Descubrimos que el 66 % de los participantes informaron estar sin dolor o casi sin dolor después de la terapia de reprocesamiento del dolor, en comparación con el 20 % de las personas que recibieron un placebo.
Estos resultados fueron notables porque los ensayos anteriores de tratamientos psicológicos rara vez condujeron a que las personas informaran una recuperación completa del dolor crónico. Así que necesitábamos comprender mejor cómo funcionaba este tratamiento: ¿qué cambió en el pensamiento de las personas que les ayudó a recuperarse del dolor de espalda crónico?
Por qué es importante
El dolor crónico es uno de los mayores problemas de salud en la actualidad. Es la principal causa de discapacidad en Estados Unidos y tiene un coste económico mayor que el de la diabetes o el cáncer.
La condición de dolor crónico más común es el dolor de espalda. Muchos pacientes (y médicos) se concentran en identificar diferentes problemas de espalda que sospechan que pueden estar causando el dolor. Por eso prueban todo tipo de tratamientos, a menudo sin éxito.
Un número cada vez mayor de científicos cree ahora que muchos casos de dolor de espalda crónico son causados principalmente por cambios cerebrales. El dolor puede originarse con una lesión, pero luego el sistema del dolor puede “atascarse” y seguir funcionando mucho después de que las lesiones hayan sanado.
El dolor es el sistema de alarma del cerebro que nos informa sobre lesiones u otras amenazas a nuestro cuerpo. Gran parte de las veces, el sistema funciona bien, avisándonos con precisión de que una parte de nuestro cuerpo está lesionada y necesita ser protegida. Pero cuando una persona ha sufrido dolor durante meses, años o incluso décadas, es más probable que se activen las vías de procesamiento del dolor, y las regiones del cerebro que normalmente no están involucradas en el dolor comienzan a involucrarse. El dolor crónico también conduce a mayores niveles de actividad en las células gliales, que forman parte del sistema inmunológico del cerebro. Todos estos cambios en el cerebro sirven entonces para “afianzar” el dolor, haciéndolo persistir.
Es muy comprensible que la gente piense que si les duele la espalda, debe haber un problema en la espalda, aunque los investigadores sabemos que a menudo no es así.
Es fundamental señalar que sólo porque la señal se origina en el cerebro, el dolor no es menos real. El dolor siempre es real, pase lo que pase. Pero para tratarlo eficazmente, es necesario identificar con precisión la causa raíz.
Cómo hacemos nuestro trabajo
En nuestro estudio, pedimos a las personas que nos dijeran con sus propias palabras cuál creen que es la causa de su dolor de espalda crónico. Es una pregunta sencilla, pero pocos estudios han pedido a sus participantes que describan la fuente de su dolor.
Los participantes de nuestro estudio describieron lesiones, músculos débiles, artritis y otros factores corporales como las causas de su dolor. Casi nadie mencionó nada sobre la mente o el cerebro.
Uno de los principales objetivos de la terapia de reprocesamiento del dolor es ayudar a las personas a pensar de manera diferente sobre las causas de su dolor. Después de tratar a los participantes con terapia de reprocesamiento del dolor, aproximadamente la mitad de las causas del dolor que describieron las personas estaban relacionadas con la mente o el cerebro. Dijeron que cosas como “ansiedad”, “miedo” o “vías neuronales” eran las causas de su dolor.
Cuanto más la gente adoptaba este tipo de comprensión, más disminuía su dolor de espalda. Creemos que este cambio en la comprensión reduce el miedo y la evitación del dolor, lo que puede reducir las vías del dolor en el cerebro y promover conductas saludables que reduzcan el dolor, como el ejercicio y la socialización.
Identificar con precisión las causas subyacentes del dolor es el primer paso para curarlo.
Con información de JapanToday