03 de noviembre/ Cancún, Q. Roo.- La directora ejecutiva del Centro Integral de Atención a la Mujer (CIAM-Cancún), Irma González, es acusada de ejercer violencia y hostigamiento laboral, por activistas y gente que laboró en la asociación, nacida hace 21 años, precisamente, para prevenir y combatir la violencia.
La activista tenía una presentación programada para esta noche como parte de la LXII edición del Fuckup nights, un evento en el que se exponen las historias de “fracaso” que dieron pie a éxitos personales y profesionales de las y los invitados.
Al dar a conocer a las cuatro personas que participarían esta noche –Fer Rodríguez, Yoselin Vera, Isaac Rodríguez e Irma González– sorpresivamente surgieron quejas en contra de la presentación de ésta última.
La activista fue acusada en las redes de los organizadores del evento, de llevar al límite a ex colaboradoras y ex colaboradores, provocándoles agotamiento mental y físico; de hostigamiento laboral, de ejercer un liderazgo adultocentrista, malos tratos y amenazas, de actitudes pasivo-agresivas, de condicionar puestos y salarios del personal, a cambio de lealtades y de violentar los protocolos internos de la propia organización.
Entre las denuncias públicas, el colectivo “Marea Verde” expresó que la directora del CIAM ha sido “agresora” de otras personas activistas y defensoras de derechos humanos y reclamó a los organizadores del evento el haberla invitado, mostrándola como un ejemplo hacia la comunidad, sin verificar sus antecedentes, que contradicen la misión y objetivos de la asociación que encabeza y su propio papel como defensora de derechos humanos.
En el mismo tenor se pronunció la Red Feminista Quintanarroense (RFQ), a la cual pertenece el colectivo antes mencionado.
Luego de las denuncias expuestas en las redes de Fuckup Nights, los organizadores comunicaron, horas después, que la directora del CIAM no se presentaría al evento y borraron la publicación original que daba cuenta de su participación en el mismo.
“Lamentamos que Irma González no podrá presentarse en esta ocasión”, indicaron, sin dar mayores detalles.
Las quejas sobre la conducta de la activista no son nuevas, ni pocas y se compartieron de boca en boca, desde hace poco más de cuatro años, sin trascender al ámbito público, por temor de la gente afectada y para no afectar a la organización.
El propio Consejo Directivo fue alertado, en diversas ocasiones, sobre la preocupante situación, sin que hubiese mayor reacción, mas que la de evitar el daño a la imagen de una organización que, durante más de 17 años, gozó de prestigio y arraigo en la comunidad.
EstamosAqui.mx trató de comunicarse con Irma González para obtener su versión sobre los hechos, sin éxito.
El CIAM fue fundado y dirigido por la entonces periodista, Lydia Cacho Ribeiro, en 2002.
Se convirtió en el primer refugio para mujeres, sus hijas e hijos, víctimas de violencia extrema en la Península de Yucatán, pionero en protocolos de actuación y, con los años, en uno de los modelos de atención y rescate profesionalizado a nivel nacional.
El 5 de enero de 2012, durante el gobierno del entonces gobernador, Roberto Borge, Cacho Ribeiro anunció su cierre, debido a la carencia de recursos suficientes para sostener un espacio de alta seguridad, como resultado del recorte de financiamiento otorgado a las organizaciones de la sociedad civil en México, además de las altísimas presiones que comprometían la seguridad del personal y de las usuarias.
La activista y defensora de los derechos humanos señaló que la organización transitaría de un refugio para víctimas de maltrato extremo, a un centro de capacitación y educación para la paz, enfocado en la prevención de la violencia social y de género.
La dirección del CIAM fue asumida en 2013 por Paola Olvera Feregrino, quien consolidó a la organización como un centro de educación para la paz y quien se mantuvo en el cargo hasta diciembre de 2019, para dar paso a Irma González, quien se desempeñaba entonces como coordinadora del Área de Gestión, Monitoreo y Evaluación de Proyectos.