Los carros de combate y la infantería de Israel, están combatiendo en el interior de la Franja palestina, desde la noche del pasado viernes. “Continuarán hasta nueva orden”, anunció el sábado, el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
“Los crímenes del régimen sionista han cruzado las líneas rojas, lo que puede obligar a todos a actuar. Washington nos pide que no hagamos nada, pero siguen brindando un amplio apoyo a Israel. Estados Unidos envió mensajes al Eje de Resistencia, pero recibió una respuesta clara en el campo de batalla”, escribió Raisi este domingo en su cuenta de X.
Según HispanTV, el jefe del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores iraní, Seyed Kamal Jarazi, advirtió el pasado 28 de octubre: “Si la guerra se extiende, las fuerzas del Eje de la Resistencia, están totalmente preparadas para que se involucren en la batalla con el régimen sionista en apoyo de Hamás”.
¿Qué es el “Eje de resistencia”? Es una alianza política-militar liderada por Irán y formada por Siria, el grupo Hizbulá en el Líbano, las milicias chiitas en Irak, grupos militantes en territorios palestinos, los hutíes de Yemen, Afganistán y Pakistán, junto a Hamás y la Yihad Islámica.
Según expertos, la mayor repercusión global de la extensión de la guerra en el Medio Oriente, está en el Estrecho de Ormuz, una de las principales vías del comercio mundial que Irán controla. Por ese paso marítimo de 30 kms de ancho, pasa el 40% del todo el petróleo del mundo que viene de los países del Golfo y va hacia Europa, América del Norte y Asia. Obstaculizar esa zona, supondría amenazar la seguridad energética del planeta, especialmente la que afecta a Europa. El precio del barril de petróleo sería incalculable y la desestabilización económica inevitable.