El sindicato United Auto Workers (UAW) amplió el sábado su huelga en General Motors para incluir una planta de motores en Spring Hill, Tennessee, que abastece a nueve fábricas que producen en Estados Unidos varios de sus vehículos más vendidos y rentables.
El presidente del UAW, Shawn Fain, dijo que había ordenado el paro en el complejo de fabricación de Spring Hill porque General Motors se niega a aceptar las condiciones contractuales basadas en los acuerdos alcanzados en Ford el miércoles y en Stellantis el sábado, tras seis semanas de huelga.
“¡Los miembros del Local 1853 que trabajan en GM Spring Hill Manufacturing (Tennessee) recibieron la llamada y se unen a la huelga!”, destacó el sindicato en una publicación en la red social X.
El UAW está usando las concesiones aceptadas por Ford como el mínimo para llegar a un acuerdo con General Motors.
El sindicato consiguió un acuerdo el miércoles con Ford, que aún debe ser aprobado por los líderes sindicales y ratificado por los miembros. Entre otras medidas, el convenio establece un aumento salarial de los trabajadores del 25 % durante los próximos cuatro años, así como mejoras para trabajadores temporales, jubilados y el derecho a sindicarse.
Además, el UAW consiguió hoy un acuerdo similar con Stellantis, pacto que el presidente de los EE.UU., Joe Biden, aplaudió y describió como “histórico”.
La planta de GM en Tennessee tiene 3.932 trabajadores y fabrica Cadillac xt5, XTC6 y el Lyriq eléctrico, además del GMC Acadia. Estos modelos son algunos de los más rentables de GM.