Quintana Roo

AMATUR propone aplicar un Acuerdo por el Paisaje en Cancún y moratoria temporal a la construcción en zona turística

22 de septiembre/ Cancún, Q. Roo.- En Cancún “se quitan piojos”, expresó el presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (AMATUR), Sergio González Rubiera, para ejemplificar la magnitud del desorden en la imagen urbana de Cancún, contaminada lo mismo por grandes espectaculares con anuncios comerciales o electorales, que por cartulinas pegadas a los postes o sobre los árboles en las que se ofrecen servicios varios.

El empresario participó hoy como uno de los panelistas en las actividades del XXI Seminario Anual de Turismo y Sustentabilidad (SATyS), organizado por la Universidad del Caribe (Unicaribe).

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Ahí, dio a conocer que presentó a la gobernadora de Quintana Roo, “Mara” Lezama, una propuesta para firmar y poner en marcha un “Acuerdo por el Paisaje”, a fin de mejorar la imagen urbana de la ciudad y su zona hotelera.

“El asunto de la publicidad espectacular atenta contra el paisaje. El paisaje es un patrimonio de los ciudadanos y cada vez que alguien pone un anuncio espectacular, atenta contra el paisaje. Los letreros espectaculares están obsoletos. En Europa se erradicaron hace 25 años; no hay ni uno. Y en muchas ciudades desarrolladas del mundo no hay publicidad espectacular.

“Nosotros aquí no solo tenemos letreros espectaculares; tenemos lonas, vallas, letreros luminosos y hasta letreros en los árboles que dicen ‘se quitan piojos’. Ya me escribió un amigo de México y me preguntó: ‘Oye, Sergio, ¿en Cancún hay muchos piojos?’ Por todos los postes dicen ‘se quitan ya, llamen ya’”, relató, arrancando las risas del estudiantado.

El empresario indicó que la gente coloca en los árboles letreros para buscar a mascotas perdidas, anunciar que se quitan o ponen uñas, que se ofrecen servicios de plomería o de “vendo mi terreno en la Huayacán”.

“Nadie les dice nada. Es la anarquía total”, expresó, al exponer que, en el caso de los espectaculares, el peligro es mayor, porque se convierten en proyectiles durante los huracanes, “afean” el paisaje, a nadie le gustan y nadie los lee.

Recordó que lleva 20 años pugnando ante gobiernos para solucionar el tema, que calificó como una mafia, vinculada con la el proselitismo electoral, lo cual lo complica aún más.

“Yo le propuse a la gobernadora el Gran Acuerdo por el Paisaje, muy padre, que implica un gran acuerdo, que además a ella que le gusta hablar del Acuerdo del Bienestar y yo le dije, el Acuerdo por el Paisaje, en donde nos comprometamos todos a hacer acciones para preservar el paisaje”, subrayó, al señalar que Cancún podría ser punta de lanza a nivel nacional.

Retoman propuesta de moratoria a la construcción

En ese mismo panel, a propósito del “Horizonte 2030 Avances y Retos del Turismo” –lema del evento– también retomó la propuesta de aplicar una moratoria a las construcciones en este centro vacacional, como una medida para analizar la capacidad de carga, modernizar la infraestructura de servicios y dar un descanso a los ecosistemas, presionados por la sobredensificación de la zona hotelera y la propia ciudad.

El panel fue moderado por la rectora de la Unicaribe, Marisol Vanegas, quien como consultora en turismo fue la primera académica en proponer –entre 2006 y 2007– una moratoria temporal a la construcción de más hoteles y condominios, toda vez que demostró –años después– que el límite de cuartos establecido en el Programa de Desarrollo Urbano de Cancún (PDU), vigente desde 2005, estaba rebasado por miles.

Vanegas Pérez fue ampliamente criticada por el sector hotelero, pero en febrero de 2020, desde la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la sociedad civil, la propuesta fue retomada al asomo de proyectos hoteleros que después de una década o más, obtuvieron, mediante procedimientos cuestionados, cambios de uso de suelo de forma irregular y autorización para edificarse.

En ese mismo año el entonces titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jimenez Pons, respaldó la idea de frenar –temporalmente– la construcción de más hoteles y condominios y revertir permisos a proyectos como Grand Island y Riu Riviera Cancún, que aumentaban la ya de por sí sobredensificación de la zona hotelera.

Un mes después, un día antes de que el gobierno de Quintana Roo declarase el cierre de actividades y el confinamiento, con motivo de la pandemia por coronavirus COVID-2019, González Rubiera planteó la urgencia de la moratoria ante empresarios, académicos y sociedad civil, pero la iniciativa quedó desdibujada por la contingencia sanitaria.

Hoy, el empresario volvió a poner el tema en la mesa, señalando que urge, además, aplicar estrategias para revertir la sobredensificación de la zona hotelera, como ha sucedido en las Islas Baleares.

Aquí, dijo, se podría condicionar la entrega de licencias de construcción y de funcionamiento a criterios de sustentabilidad, pensando en el futuro.

Frente a la comunidad universitaria, González Rubiera fue igualmente cuestionado por un estudiante sobre su opinión acerca del polémico megaproyecto Tren Maya, aclaró que no se debe “satanizar” ninguna obra de infraestructura que tenga beneficios para la comunidad.

Sin embargo, subrayó que, en este caso, el problema es que está documentada “la destrucción total” provocada por obras mal planificadas en el Tramo 5, que va de Cancún a Tulum; que “existe el riesgo de una catástrofe” debido a la introducción de pilotes sobre el suelo kárstico y que las anuencias del megaproyecto se obtuvieron pasando sobre la ley, aprovechando su gestión “desde la más alta esfera”.

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