¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Padre Santísimo: ¡En esta Bendita y gloriosa mañanita, Te presentamos nuestros saludos!
Entre nuestros amigos del alma, hay mucho sufrimiento y todavía arrastran sobre ellos una tremenda carga, una gran pérdida, una terrible soledad, un cruel abandono y un amargo remordimiento de consciencia que los tiene al borde de la desesperación. Ellos nos comentan que, debido a que solo confiaron en sus fuerzas, en su intelecto, en su ambiente propicio, en sus contactos, pero no pensaron en Ti, Padre Santo.
¡Eso fue una insensatez! Ya les hemos dicho que, sin Ti, oh Padre Bendito, ¡no hay bendición! Hemos leído y releído la recomendación que Tu Amado Hijo nos dejó y es la regla infalible que nos lleva a ser Tus hijos que unidos a Ti, ya nada nos resulta imposible, pero debemos refrescar esta enseñanza: “El que no está de mi parte está contra mí; y el que conmigo no recoge esparce.” (San Lucas 11:23). En pocas palabras: Lo del agua se va ala agua. Las fortunas hechas al vapor y sin tomar en cuenta al Señor, se diluyen, se deterioran o pasan fácilmente a otras manos. En esta vida pasajera, nos es urgente ser ricos, ser sabios, ser poderosos, ser seres que aman, ser seres que edifican, ser seres que hacen el bien y no el mal, pero siempre para gloria del Creador, para bien de nuestra humanidad y para demostrar a los demás lo hermoso que es vivir teniendo la misma mente del Señor.
Padre Santísimo: El Espíritu Santo Bondadoso nos ha traído esta Divina inspiración que vamos a aplicarla en este momento. Elevamos nuestra plegaria en favor de estos hermanitos y amigos a quienes invitamos que eleven con todo el poder de su voz, con toda la energía que aún tienen y con todo el deseo más ferviente de volver a contemplar Tu Rostro brillando sobre ellos. Tu mirada divina les devolverá todo cuanto han perdido y multiplicado. La única condición que nos impones es que PERDONEMOS DE CORAZÓN, LES DESEEMOS GRANDES BENDICIONES Y NO GUARDEMOS ODIOS, RESENTIMIENTOS NI MUCHO MENOS DESEOS DE VENGANZA, PORQUE LO MEJOR PARA NOSOTROS SUCEDE, AL EXCLAMAR: ¡ESTÁURANOS, OH PADRE! ¡HAZ RESPLANDECER TU ROSTRO SOBRE TODOS NOSOTROS Y SÁLVANOS DE TODA ESTA PRESENTE ADEVERSIDAD! ¡RESTÁURANOS UNA VEZ MÁS, DIOS Y SALVADOR NUESTRO! ¡PON FINAL A TU DISGUSTO CON NOSOTROS! ¡INFÚNDENOS NUEVAS FUERZAS! ¡GUÍANOS POR LAS SENDAS DE JUSTICIA POR AMOR A TU NOMBRE! ¡PURIFÍCANOS CON HISOPO Y QUEDAREMOS LIMPIOS! ¡LÁVANOS Y QUEDAREMOS MÁS BLANCOS QUE LA NIEVE! ¡DEVUÉLVENOS LA ALEGRÍA DE TU SALVACIÓN! ¡QUE NUESTRO ESPÍRITU OBEDIENTE NOS SOSTENGA! ¡NO NOS ARROJES DE TU PRESENCIA NI RETIRES DE NOSOTROS A TU ESPÍRITU SANTO!
Padre Santísimo: Con lágrimas de arrepentimiento Te suplicamos nos perdones del ayer de nuestro alejamiento de Ti y nos brindes una nueva oportunidad de estar en comunión contigo, por ese amor que Tu Hijo Amado nos tiene, cual filántropo divino. Por la luz y el poder del espíritu Santo nos guiaremos. Ahora comprendemos como al final de las tremendas pruebas, lo entendió Tu siervo Job. Perdonando y orando por sus enemigos, nuevamente atrajo de Ti el doble de lo que antes fue y de lo que tuvo. Deseamos de todo corazón que Te acuerdes, que perdones, que bendigas y que ames a todos los que nos hicieron el mal y fueron artífices de nuestra ruina. ¡Realmente no supieron lo que hicieron con nosotros! Pero en esta vida, TODO ES APRENDISAJE.
Hemos aprendido que, PERDONANDO nos asemejamos más a Tu Hijo Amado, quien, con su inmenso poder, pudo destrozar a sus enemigos, pero nos dio la lección más hermosa del perdón, que es el culmen del amor. Es el Espíritu Santo quien nos recuerda que, “EL AMOR ES PACIENTE, ES BONDADOSO. EL AMOR NO ES ENVIDIOSO NI PRESUMIDO NI ORGULLOSO. NO SE COMPORTA CON RUDEZA, NO ES EGOÍSTA, NO SE ENOJA FÁCILMENTE, NO GUARDA RENCOR. EL AMOR NO SE DELEITA EN LA MALDAD, SINO QUE SE REGOCIJA CON LA VERDAD. TODO LO DISCULPA, TODO LO CREE, TODO LO SOPORTA. ¡EL AMOR JAMÁS SE EXTINGUE! (1ª. Corintios 13: 4-8).
Padre Santísimo: ¡Muchas gracias porque nos habíamos olvidado que nuestra esencia es EL AMOR, que Tú nos amaste desde la eternidad y Tu máximo anhelo es que amando hagamos de nuestro existir TODA UNA AVENTURA DIVINA AMANDO HASTA QUE NOS MANDES LLAMAR A LA ETERNIDAD BENDITA! AMÉN.