El cosmódromo de Vostochni, en la provincia de Amur en el sureste de Siberia, fue escenario este miércoles del encuentro entre los presidentes, Kim Jong-Un y Vladimir Putin, de Corea del Norte y Rusia respectivamente. Putin dio la bienvenida a Kim y dijo que durante el encuentro, hablarían de cooperación económica, cuestiones humanitarias y de la “situación en la región”.
Kim viajó a Rusia con su hermana, Kim Yo-Jong, y los ministros de Defensa y de Exteriores, así como el director del Departamento Industrial de Munición y el secretario para Ciencia y Educación del Comité Central del Partido de los Trabajadores, ligado al programa espacial norcoreano.
Desde el cosmódromo, los dos líderes dieron a conocer el fortalecimiento de un “frente unido”, que funcionarios de EEUU y Corea del Sur, sospechan se trate de suministro de municiones a Putin a cambio de cooperación nuclear y satelital de Rusia. Aunque ninguna de las dos partes mencionó la ayuda en armamento, Putin dio a entender que existen perspectivas de “cooperación militar y espacial” con Pyongyang. Por su parte, Kim señaló que junto a Putin, acordaron profundizar su “cooperación estratégica y táctica”.
“Creo firmemente que el heroico ejército y pueblo rusos, heredarán brillantemente sus victorias y tradiciones y demostrarán vigorosamente su noble dignidad y honor en los dos frentes de las operaciones militares y en la construcción de una nación poderosa”, declaró Kim.
Corea del Norte y Rusia están hermanadas por su historia de lucha. Durante la II Guerra Mundial, los soldados soviéticos combatieron la ocupación japonesa en el norte de la península coreana. Entre 1950 y 1953, la URSS proporcionó municiones, aviones de combate y pilotos en apoyo a Corea del Norte en la guerra contra EEUU. Posteriormente, Pionyang dependió durante décadas de la cooperación económica soviética, todo lo cual, facilita hoy el entendimiento entre ambas naciones en su confrontación con Occidente.