Las palabras que encabezan el presente trabajo pertenecen a un anuncio del presidente López Obrador, en la víspera de su informe de gobierno, a realizarse en la ciudad de Campeche este fin de semana.
Escuchar esas palabras ha de incomodar a algunos detentadores del gran capital, quienes dicen, el dinero de sus impuestos es lo que mal invierte el gobierno en jóvenes, ancianos y niños. Otorgar apoyos económicos a las personas referidas es algo que no se hacía con anterioridad. Por ejemplo, Fox, el expresidente de México, dice que en lugar de darles 2 mil y tantos pesos mensuales a los huevones, deberían enseñarlos a trabajar, pero él reclama la pensión que recibía mensualmente tazada en varios miles de pesos. Ese es el pensamiento conservador. Lo ancho para ellos, lo angosto para los demás.
Pero ¿De dónde sale el dinero que recibimos al día de hoy? Obviamente, de nosotros mismos, quienes al comprar lo que sea, pagamos un porcentaje por cada cosa adquirida. El IVA, que paga el comprador, está incluido en el precio de los productos que se compran, o en los servicios que se contratan.
“Los particulares pagan el IVA a los empresarios o a los profesionales de los que requieren servicios. Estos empresarios y profesionales son los que ingresan el IVA a Hacienda. A este IVA, que se llama recaudatorio, es el que sienten los empresarios que lo pagan ellos, y por eso dicen que “Hacienda los exprime, les quita su dinero”. Por otro lado, el empresario o profesional también paga un IVA a sus proveedores, llamado IVA soportado. Pero, el IVA que ingresa en Hacienda el empresario o profesional, es la diferencia entre el que recibe de los particulares, el de otros empresarios y el que paga a sus proveedores. ¿Lo entiende, usted? No importa, lo que hay que ver, es en manos de quién está nuestro dinero. Obviamente, del empresario.
Al pagar el impuesto a Hacienda, el empresario no está realizando un pago, sino una devolución de nuestro dinero, al gobierno. Y ese es el tema del berrinche contra López Obrador, quien les exige devolver lo que no les pertenece.
El IVA, ¿beneficia al gobierno o al empresario? El gobierno en sí no se puede quedar con ese fondo monetario, tiene que invertirlo en servicios comunitarios, el mantenimiento de los usos de la ciudad. Los vendedores de los insumos para tales servicios, son empresario a quienes regresa, de manera inmediata y constante, el dinero de la recaudación arancelaria.
Mientras más asalariados tenga una sociedad, aumenta el nivel de consumidores, y con ellos la ganancia empresarial y la recaudación del impuesto. Minuto a minuto, hora a hora, los primeros que aglutinan todo ese capital, son los empresarios de Sabritas, Coca Cola, eche Lala, pan Bimbo, etc., reunidas sus mercancías en supermercados y tiendas de conveniencia como OXXO, el Súper AKI, el Chedraui o Megabalcones.
Lo verídico, real y objetivo es que el dinero de las pensiones o los salarios, no permanece en la cartera de los pensionados o trabajadores, quienes erogan el producto de sus labores, al empresario, único, -que quede claro, único-, recipiendario de todo el dinero de pensiones y de la fuerza de trabajo del empleado.
Es obvio, que mientras mayor cantidad de pensionados existan mayor cantidad de dinero llaga a las manos de los dueños de las empresas. Por eso son correctas las palabras obradoristas en el sentido de que “por el bien de todos, primero los pobres”.
Un albañil gana, mínimo, 300 pesos diarios. Al dar las 12 del día, corre a comprar su six, su caguama, sus charritos y su lata de chile jalapeño. ¿Esos productos, los fabrica el gobierno, los vende el gobierno, cobra su impuesto el gobierno? ¿Verdad que no? Todo ese universo mercantil es propiedad de los fabricantes de esos productos.
Dice el amansaburros cibernético: “Estos empresarios y profesionales son los que ingresan el IVA a Hacienda. Es decir, los comerciantes y profesionales “recaudan” el IVA de los particulares, y de otros empresarios.
“Pues bien, el IVA que finalmente ingresa en Hacienda el empresario o profesional es la diferencia entre el que recibe de los particulares y de otros empresarios y el que paga a sus proveedores.
Cuando se vende al público en general, el IVA se cobra al momento, sin embargo es habitual que una empresa que venda a otras empresas, pague más tarde –por ejemplo- a 120 días.
¿No les huele a beneficio empresarial el cobro de nuestros impuestos?
Con la modernidad, ¿por qué no se usan, en el comercio, cajas registradoras que, al momento de cobrar, envíen a hacienda el IVA que le corresponde? Protestarían esas empresas, porque les estarían quitando otra ganancia.
Ese es el pleito y el odio contra Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, a quien felicito por el Tren Maya y su 5to Informe de Gobierno, inteligentemente, dado, hoy, en la ciudad de Campeche.