Quintana Roo

“Mara” repite fórmula joaquinista y solicita refinanciar deuda pública directa de Quintana Roo

  • El monto a contratar con instituciones financieras es por hasta 19 mil 625 millones a pagar en 30 años

Cancún, Q. Roo, 29 de agosto.- La gobernadora de Quintana Roo, “Mara” Lezama, pretende aplicar la misma receta que su antecesor, Carlos Joaquín González, quien en noviembre de 2016, a dos meses de haber asumido el cargo, refinanció la totalidad de la deuda del estado, para obtener mejores tasas de interés y extender el plazo de pago.

En la sesión de la Comisión Permanente, celebrada ayer y presidida por la diputada Johanet Torres, se dio lectura a una iniciativa de decreto presentada por Lezama Espinosa, en la que solicita autorización para que, por conducto de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), se puedan contratar uno o más financiamientos con una o varias instituciones financieras mexicanas, hasta por 19 mil 625 millones 687mil 171 pesos, a 30 años, para el refinanciamiento o reestructuración de la deuda pública directa de Quintana Roo.

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Lo anterior incluye autorización para constituir, modificar o exigir fuentes de pago y garantía de apoyo y soporte financiero; de igual manera, autorizar un monto para el pago de cantidades con motivo de la reestructura o refinanciamiento, además de los instrumentos, derivado de la garantía de pago.

En la exposición de motivos se resalta que, a pesar de la “enorme carga” que representa la deuda pública para las finanzas y economía locales, el Sistema de Alertas publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) “por primera vez” ubica al estado en un nivel de endeudamiento sostenible.

Con base en eso, “se ha vuelto indispensable para la hacienda pública del estado de Quintana Roo el buscar mejorar las condiciones existentes de la deuda pública a su cargo, como parte de las medidas necesarias para garantizar la política hacendaria integral que promueva el crecimiento económico y la igualdad, favoreciendo las actividades económicas y la estabilidad financiera de la entidad bajo un modelo sustentable y transparente”.

El ocho de noviembre del 2016, Carlos Joaquín, quien había asumido como gobernador el 25 de septiembre de ese año, encontró un escenario radicalmente al que dejó a Lezama Espinosa.

El estado se encontraba prácticamente en “quiebra técnica”, fruto de los créditos solicitados por su antecesor, Roberto Borge –los más abultados en la historia del estado– con bajas calificaciones crediticios y un margen de acción extremadamente limitado, así que recurrió al refinanciamiento o reestructura del total de la deuda pública directa, cuyo monto era de 19 mil 141 millones 825 mil 085 pesos.

Los créditos con instituciones financieras eran 12 y el plazo del financiamiento solicitado era pagable, también, hasta por 30 años. El Congreso aprobó la reestructura.

A casi siete años de ese movimiento, Lezama Espinosa replica la fórmula, solicitando un monto relativamente mayor, en un rango de 483 millones 862 mil 086 pesos más, respecto a lo solicitado en noviembre de 2016.

“La posibilidad de refinanciar o reestructura la deuda pública directa del estado representa una oportunidad para aumentar la eficacia en el uso de los fondos públicos, lo cual permitirá obtener una serie de ventajas entre las cuales se pueden señalar una mejora en las tasas de interés, perfil de pagos alineados con las necesidades del estado; mejora del plazo y cualquier otro que resulte conveniente y necesario para beneficio de las finanzas estatales”, argumenta ahora el gobierno marista.

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