Parece que la estrategia de los políticos actuales de Centro y Suramérica saca a flote una realidad que tiene enfrentado a ciertos sectores sociales mexicanos con el presidente López Obrador. Estos están ubicados en los medios de comunicación, algún sector empresarial y los partidos tradicionales como el PRI y el PAN. Lo que vive López Obrador es lo mismo que le sucede a Nayib Bukele y es lo que denuncia, a diario, Javier Milei.
Nayib Bukele, día a día, desnuda a la prensa salvadoreña para mostrar su realidad mercantil, desinformativa y pegada a los poderes dominantes, alejados de las clases sociales marginales.
El candidato a la presidencia de Argentina, Javier Milei, usando un lenguaje soez y procaz, pone a los políticos tradicionales en la silla de los acusados por corrupción, por haber saqueado a Argentina y por haberse enriquecido a nombre de la política. Cuando habla de la prensa, sus calificativos son altisonantes, para mí, hasta desagradables. En estos temas hay coincidencia con la postura del mandatario mexicano, en el sentido de la corrupción mediática y del despojo a la riqueza nacional ejercida por el empresariado conservador de nuestro país.
Los actores que interpretan nuestra política, dirigidos todos por Claudo X. González, no aceptan la realidad que les unta en la cara el presidente del país y entonces se refugian en un texto que no corresponde para nada con la vida diaria del país, en la que transitan millones de carros, se utilizan las líneas de transporte publico foráneo, se viaja por líneas aéreas, se come, se baila, se inauguran obras nuevas y se tiene todo lo que niegan los periodistas y políticos prianistas que se tiene.
En esa exposición, no hay realidad contra realidad. De una parte existen hechos concretos y de la otra, visiones subjetivas con las que se intenta hacernos ver lo que no se ve.
En el congreso colombiano, la derecha se mueve igualitito que en el mexicano, en Chile, las manifestaciones se parecen a la realizadas por FRENA, y la aparición de Javier Milei en la jugada electoral argentina, no hacen más que mostrarnos que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la razón en mucho de nuestra política, y de eso le viene la tranquilidad y seguridad con que se comporta ante los berridos y berrinches del grupo de sus opositores, afectados, económicamente desde el gobierno de la 4T.