Quintana Roo

La “ingobernable” Xóchitl Gálvez se reunió en Cancún con empresarios y atestiguó impactos del Tren Maya en Playa del Carmen

21 de agosto/ Cancún, Q. Roo-   En su primer visita a Cancún, como aspirante a la presidencia de México para el 2024, Xóchitl Gálvez Ruíz, presentó ante más de 500 empresarias y empresarios locales,  los “Xochinomics”, como nombró a una decena de planteamientos para el rescate económico del país.  

Aquí, ofreció hacer realidad el “sueño mexicano” de generar mejores condiciones de vida y distribución de la prosperidad, a través de empleos mejor pagados, educación, capacitación, fomento a la inversión, combate a la corrupción, respeto al Estado de Derecho y justicia social, en un clima de seguridad y paz.  

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“Vengo a ofrecer la esperanza que ya no le pertenece a la 4T. La esperanza cambió de manos y yo les ofrezco a ustedes la victoria y la posibilidad de alcanzar el sueño mexicano”, dijo.  

La senadora arribó a Cancún a las 3 de la madrugada, procedente de Houston, Texas, como invitada de la Coparmex Quintana Roo para participar en el foro “Diálogos por la Democracia”, realizado en un hotel de la zona turística de este centro vacacional, en donde “no hubo acarreados”, porque cada quien pagó su boleto de entrada.  

En este espacio, consideró que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, “odia” a los empresarios, a quienes llama “aspiracionistas”, en un tono de descalificación.  

“Este gobierno odia a los empresarios. Odia al que produce, a aquel que se supera, que emprende. Lo ha dicho claramente el presidente, que esos aspiracionistas son espantosos. Yo les quiero decir que cuando vivía en Tepatepec a lo único a lo que aspiraba y qué bueno que aspiré a eso, fue a sacar a mi madre de la pobreza y de la violencia.   “Nacer en el Valle del Mezquital en las condiciones en las que su servidora nació, dentro de un ambiente de alcoholismo, de violencia, donde no había ninguna esperanza para las mujeres, en donde los hombres se llenaban la boca diciendo: ‘Las mujeres solo sirven para dos cosas, para el petate y para el petate’. Y yo me encabronaba, porque yo sentía que servía para otra cosa y miren nada más para qué serví. Aquí estoy”, expresó.  

Sin filtros, la legisladora federal se presentó como una mujer que acata leyes y respeta el Estado de Derecho, pero se define como “ingobernable”, al ser capaz de regirse por sus convicciones y no por la imposición o línea de un dirigente de partido.  

En política, dijo que aglutina lo mejor de cada partido: El respeto que el PRI tiene por las instituciones; el bien común, que distingue al PAN, y la agenda de izquierda y de la diversidad del PRD.  

En temas relevantes para el país, consideró urgente la revisión de la estrategia de la Guardia Nacional, al ser claro que esa política no ha resultado y propuso incorporar tecnología y expertos para abordar el problema de la violencia en distintas regiones del país. Y agregó que se requiere de corazón, inteligencia y firmeza. También de “ovarios”, que aseguró, ella tiene para la toma de decisiones.  

Abordó la importancia de las energías limpias, la infraestructura y el capital humano; expuso sus preocupaciones sobre los impactos del proyecto Tren Maya, a falta de una consulta real a los pueblos indígenas, de estudios y de una evaluación correcta sobre las implicaciones ambientales y sociales de las obras.  

Durante su intervención, desmintió que hubiese insinuado o declarado que en el sureste no se trabaja o que las y los indígenas son “flojos”, como el oficialismo difunde, tergiversando lo que dijo el sábado pasado durante el tercer foro del Frente Amplio por México, en Monterrey.   Gálvez Ruíz explicó que ella trajo a cuento que, en el pasado, ella consideró que instalar maquiladoras en el sureste no funcionaria, no porque la gente no quisiera trabajar, sino porque encerrar a mujeres indígenas en una fabrica por horas, cuando ellas se dedican a otro tipo de labores acorde a la vocación de la región, era inadecuado.  

“Yo les explicaba a estos funcionarios públicos es que era muy dificil que pudieran encontrar mujeres que trabajaran de manera continua de 8 a 14 horas dentro de una maquiladora y se rieron de mí, que no tenía razón y que las iban a poner y fracasaron”, expresó, al señalar que aquí, la gente se emplea en otras cosas y trabaja más de 12 horas.  

Aclaró también que no está en contra de “las micheladas”, sino contra la operación de cantinas ilegales en la vía pública, que le tocó cerrar como delegada en la Ciudad de México, porque el consumo incontrolable de alcohol generaba riñas o terminaba en “cuchillazos y balazos”.   “Yo planteaba que cada orden de gobierno tiene que hacer su chamba, tiene que hacer lo que le toca”, comentó.  

Mencionó que una problemática que le han compartido los clientes que tiene aquí, como empresaria, son los “moches” y a la “extorsión”, no solo del crimen organizado, sino de los servidores públicos, quienes piden dinero para trámites en materia de impacto ambiental, cambio de uso del suelo o renovación de concesiones de zona federal.  

También relató que entre sus clientes, algunos se han tenido que camuflajear como empleados, para no ser reconocidos como los dueños y evitar así ser víctimas de algún acto delictivo.  

Habló de la necesidad de invertir en energias limpias, debido al alto potencial de la entidad y llamó al empresariado a invertir en el capital humano, echando mano de gente preparada, pero bien pagada, con vivienda y transporte urbano asegurados.  

Por la tarde, visitó las obras del Tren Maya en el Tramo 5 Sur, y visitó cuatro de las más de 80 cavernas existentes en el trazo –sin entrar a ellas– convirtiéndose así en la primer aspirante presidencial en aceptar la invitación de académicos, científicos y sociedad civil, para conocer los impactos de la devastación de la selva, provocados por las obras.  

López Obrador se ha resistido a recorrer a pie el Tramo y la gobernadora de Quintana Roo, “Mara” Lezama, quien se comprometió públicamente a hacerlo, en compañía de las y los activistas, no ha cumplido la palabra que empeñó.  

“No tengo nada contra el Tren Maya, pero lo que no puedes hacer es un proyecto a lo guey (…) el estudio de impacto ambiental es una porquería”, reprochó, al señalar que el presupuesto original era entre 120 y 150 mil millones de pesos y ahora va sobre los 300 mil millones de pesos.  

Criticó a la jefa del Ejecutivo por no defender al estado y optar, en cambio, por “quedar bien” con el gobierno federal.   Sus actividades en la entidad cerraron con un evento masivo en Playa del Carmen, ante más de dos mil personas.

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