Es un homenaje muy merecido el que hoy se le rinde a Jesús Sánchez Medrano por iniciativa de la Unión de Escritores Comunitarios. Agradezco mucho que se me haya invitado a participar en este evento y tener el gusto de compartir la mesa con la Dra. Laura Machuca, Claudia Sabido y José Iván Borges.
De la vida pública de Jesús, destaco en principio su trayectoria laboral, donde tuvo una carrera en ascenso dentro del servicio público, específicamente en el ISSSTE, institución federal en la cual llegó a ocupar el puesto de Subdelegado de Prestaciones Económicas. Asimismo, su labor a través de cargos sindicales, ya que llegó a ser secretario general de la Sección Yucatán del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE y coordinador regional de la Zona Décima del mismo sindicato. Quienes trabajaron junto con él o recibieron su atención siempre lo recuerdan por su bonhomía, su eficiencia, su honestidad y su voluntad de servicio.
Me tocó coincidir con él en dicha institución por algunos años, aunque no teníamos trato por razones tanto de las distintas subdelegaciones en que laborábamos como por las diferencias jerárquicas y el hecho de estar en distintos edificios. Sé que tenía contacto con mi papá, que era médico y era el responsable del puesto periférico del ISSSTE en Tizimín.
También Jesús se dedicó a actividades agropecuarias, en especial las ganaderas, de las cuales tiene amplios conocimientos tanto en el aspecto técnico como en el histórico. En ese sector, ha sido miembro de la Asociación Ganadera Local de Buctzotz y fue Presidente del Comité Organizador de la Expo Feria Ganadera, Agrícola, Industrial, Artesanal y Cultural del mismo municipio.
Su vida pública se complementa con el trabajo realizado para investigar y difundir la historia general de Buctzotz, su municipio natal, al oriente del estado de Yucatán y reconocido precisamente por sus ancestrales labores agropecuarias.
Hace 20 años se realizó la edición de su Monografía de Buctzotz (2003), publicado por Maldonado Editores, un libro en el que efectuó un recorrido de siglos para brindar información de todos los aspectos de la historia y de la vida cotidiana de su municipio natal. En esta obra encontramos un repaso integral desde los tiempos prehispánicos hasta llegar a los linderos del siglo XXI, con las transformaciones ocurridas en el paso de los años.
Su actividad se mantuvo con un trabajo centrado en un tiempo específico, que fue Buctzotz en el siglo XIX. Episodios históricos (2007), publicado por la Compañía Editorial de la Península, donde trata los aspectos político-electoral, de propiedades de tierras, de construcción caminos carreteros y demográfico.
Después siguió el Libro de bautismos, casamientos y entierros de la iglesia de Santa María Buctzotz de 1785 a 1900 (2015), publicado por la Secretaría de la Cultura y las Artes con apoyo del Conaculta, una investigación ardua y acuciosa, que sacó a la luz información diversa acerca de los habitantes de Buctzotz. Personas cuyas familias se han desarraigado de dicho municipio hallan, sin embargo, información acerca de sus ancestros. Recuerdo que una señora y su madre residentes en Mérida encontraron con agrado en este libro los nombres de varios ancestros suyos, de los que tenían referencia por tradición familiar.
Jesús también ha apoyado acciones en favor de la cultura, entre ellas la publicación de la revista Dzib Hu’un, que se publicó en diciembre de 1999 y marzo del 2000. Y también es destacable su participación en los varios volúmenes de las compilaciones de la Unión de Escritores Comunitarios de Yucatán con relatos y crónicas de carácter histórico y popular.
A menudo repito que lo que se hace en cualquier municipio o comisaría de Yucatán es valioso para todo Yucatán. Para este Yucatán donde la historia, la cultura y la economía parecieran hacerse sólo desde Mérida y unos pocos municipios más, cuando sabemos que no es así. Que tenemos que conocer lo más posible la microhistoria de las diversas poblaciones yucatecas para tener una idea de las influencias generadas desde cada una así como aquellas que las han afectado desde el exterior.
Y Jesús Sánchez Medrano ha realizado a través de sus libros un recuento integral de la historia de su municipio natal. Conocemos aspectos variados como lo relativo a la ganadería, las epidemias, las variaciones de población, los conflictos políticos, las diversiones, elementos de identidad y distintas particularidades de la vida diaria o de determinada época. Ejemplos de ello son su descripción del Vipericida Maya de Ceballos, el estudio médico del Dr. George Cheever Shattuck en 1931 o el fallido proyecto de la granja de peces a la orilla de la carretera a principios de la década de 1980. Es interesante que haga referencia a hechos históricos más generales, conflictos que surgieron o tuvieron como origen otras regiones del país o de la península y que los encuadre en Buctzotz, indicando el modo en que incidieron en esa población.
Jesús es agradecido y reconoce el apoyo que le han brindado diversas personas, en unos casos como informantes, en otros casos historiadores de carrera que lo asesoraron con datos o metodología (como Sergio Quezada, Juan Francisco Peón Ancona y José Iván Borges Castillo, entre otros) y también a quienes colaboraron en la gestión de las ediciones. Cabe señalar que sus libros fueron publicados por dos de las empresas que han mantenido viva la producción editorial en Yucatán, en un caso Maldonado Editores, a cargo en aquel tiempo de Raúl Maldonado Coello, y en el otro la Compañía Editorial de la Península del Lic. Gaspar Gómez Chacón y doña Gabriela Castilla Ramos. Asimismo, en el plano institucional, el tercer libro correspondió a la Sedeculta, que también ha sido parte fundamental en la producción editorial del Sureste.
La acuciosa labor de investigación de Jesús contribuye a tener una imagen más completa de la zona ganadera yucateca, que si bien es indudablemente reconocida por su voluntad de trabajo y su producción económica, y también en lo deportivo, no siempre ha sido debidamente apreciada en sus aportaciones educativas y culturales, que son muy amplias.
Como él mismo ha comentado, le ha tocado vivir los altibajos de la investigación documental, que ocupan mucho tiempo, sobre todo por las grandes dificultades de descifrar papeles escritos a mano y ya muy desgastados, a menudo con el decepcionante resultado de encontrar poca o nula información. Muchas horas de paciencia y esfuerzo para hallar unos pocos datos, que se irán sumando de poco en poco hasta hacer posible cada libro.
El trabajo de investigar acerca de un municipio determinado va en relación con los sucesos de otros municipios, por lo que se pueden efectuar comparaciones o aclaraciones de determinados datos y en sus libros vemos referencias a Temax, Espita, Valladolid y Tizimín, entre varios municipios más.
Esta labor de cronista de un municipio es fundamental. Cuando le pregunté a Jesús en una entrevista realizada en 2007 acerca de la importancia de su libro Buctzotz en el siglo XIX para los habitantes de Buctzotz y para quienes no son de ahí me contesto: “Creo que es importante, pues el conocimiento de nuestra historia y de nuestras tradiciones nos aporta identidad, tan necesaria en estos tiempos en que se han perdido muchos valores morales, y fomenta el arraigo y el amor a nuestra comunidad. Considero que la importancia de este libro para los que no son de Buctzotz radica en que los sucesos históricos de esta población se correlacionan con los sucesos de otras comunidades, y en general con la historia estatal, regional y nacional”.
Y mucho de lo que le debemos a Jesús Sánchez Medrano, hombre trabajador, orgulloso padre de familia, es demostrarnos su fuerza moral y fomentar el arraigo y el amor a su comunidad y compartirla con plena convicción con nosotros: el amor a México, a Yucatán, a Buctzotz y al pueblo trabajador de hoy y de siempre.
(Palabras expresadas durante el evento de homenaje a Jesús Sánchez Medrano, escritor y cronista de Buctzotz, al mediodía del pasado sábado 19 de agosto en la Biblioteca Central Estatal Manuel Cepeda Peraza de la Sedeculta).