
Una vecina del fraccionamiento Juan Pablo II se aprovecha de tener cerca una alcantarilla para sacar su manguera y deshacerse de agua sucia, aparentemente luego de lavar.
La situación se da sobre la calle 5 entre 22 y 24 del mencionado fraccionamiento y, de acuerdo con la queja ciudadana que llegó hasta la redacción, estas aguas provocan un olor desagradable al irse al pozo pluvial, ubicado a escasos metros de la vivienda y más cuando calienta el sol.
Cabe mencionar que esta acción está prohibida por el Ayuntamiento de Mérida y pudiera generar una sanción económica de acuerdo con lo estipulado por la propia Comuna municipal.