
En 1983, oficialmente, aparecen registrados los dos primeros casos de SIDA en Yucatán, a partir de este momento, el virus ha escrito una larga y dolorosa historia en esta tierra. En estos cuarenta años que han pasado, mucha gente ha luchado sin descanso para combatir, y aún más importante, para prevenir la infección. En estos ocho lustros, se ha avanzado mucho en la lucha; en aquel entonces, decir VIH, era decir SIDA, era inevitable; hoy, ya no lo es. Hoy en día, tener una infección de VIH, es tener un padecimiento que no se cura, pero se controla, y eso es ya una ganancia infinita. Al día de hoy, nadie, absolutamente nadie, debe llegar a la fase de SIDA por la acción del virus. Es asombroso, y muy lamentable, que, a la fecha de hoy, haya jóvenes muriendo por SIDA. ¡No es correcto! Nos está haciendo falta una mayor difusión de la información necesaria, más bien indispensable, entre los jóvenes, para conocer y practicar con responsabilidad su sexualidad. La educación sexual, amplia y completa, en todos los niveles de educación, es una necesidad impostergable. Las voces de lucha se levantan por todas partes, la escena teatral es una de ellas. VIHVO, es una pieza escénica de Kevin Llanes que aborda este tema trascendental y presenta información valiosa y amplios testimonios sobre el tema. La puesta nos presenta la conjugación de varios elementos en escena.
Kevin Llanes, es un joven actor y bailarín, ha incursionado en la dramaturgia en coordinación con Juan Ramón Góngora en la obra “Papacito 3 Piernas Largas”, y ahora se lanza en solitario con esta que, él designa como: Acción Escénica, y de hecho lo es, pues en ella se combinan, actuación, danza, documental, entrevistas grabadas, imágenes de periódicos del pasado, y todo ello en conjunto hace eso precisamente, una acción escénica. El documental, es muy rico e ilustrativo, nos nutre de valiosa información, además, le da crédito a la lucha incansable de gente que, hasta dejó la vida en el camino por esta causa. Tal es el caso de Carlos Méndez Benavides, que fuera un verdadero apóstol de esta noble causa, y Kevin lo reivindica en su obra. La obra le da voz a muchos que lucharon en su tiempo y no fueron escuchados, denuncia a gente que hizo cosas deleznables y sigue por ahí tan tranquila, sin merecerlo. La puesta tiene escenas simbólicas muy bien logradas, como la coreografía en la que, el bailarín va danzando con las máscaras de personajes destacados universalmente, y que fueron las primeras víctimas notorias del nuevo flagelo universal, como Fredy Mercury o Rock Hudson; y las va colocando, una a una, en una cruz negra.
La obra de Kevin es crítica en diversos aspectos; fustiga flagelos e instituciones que vulneran a la sociedad, como los sectores conservadores de la iglesia que se oponen férreamente a la educación sexual, en detrimento de la protección de los jóvenes, que corren peligro por falta de información para cuidar ellos mismos de su salud y ejercer su sexualidad de manera segura. La acción escénica de Kevin tiene créditos que hay que reconocer. De gran importancia es la asistencia artística en la puesta de Eduardo Prince. Tony Baeza fue muy acertado en su labor como iluminador de la obra, sus efectos dieron a las escenas texturas y ambientes certeramente creíbles. Mención especial nos merece el cortometraje hecho exprofeso para la puesta; su dirección fue ejecutada por el propio Kevin, la dirección de cámara de Giovana Urquieta fue excelente, el preciso manejo de la cámara correspondió a Dan Escárrega y fue muy destacado, las tomas espectaculares con dron hechas por Felipe Echeverría merecen nuestro reconocimiento.

Una aportación especial de gran trascendencia en la puesta, fue lo aportado por el reconocido activista Pablo Alemán, de la fundación REPAVIH A. C. Sus testimonios, informaciones y oros valiosos elementos, pusieron peso específico muy alto a la trascendencia de la obra. Kevin nos transmite su mensaje desde el título de la obra, que tiene profunda significación en la asimilación de los dos conceptos: VIH y VIVO. Y así es el fondo y objetivo de la obra, hasta hace unos años, VIH significaba muerte, el avance de la investigación científica lo ha hecho cambiar, y al día de hoy, un seropositivo puede y debe sentirse VIVO. La asesoría en la metodología de la investigación estuvo a cargo del Mtro. Fernando Muñoz, quien es una autoridad en la materia, su mano certera se dejó sentir en la labor de Kevin.
En lo relativo a lo literario, el texto de Kevin es una buena propuesta, pero ésta puede ser mejorada, por lo que lo invitamos a seguir trabajando su texto para hacerlo aún mejor. Toda obra, en forma natural, pasa por un período en el que va adquiriendo madurez; así debe suceder con éste.
El estreno de VIHVO, fue exitoso, así debe seguir y también ir creciendo. Le deseamos de Kevin que siga por el camino derecho por este fascinante mundo del teatro, que es un mundo mágico y maravilloso.