
Pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó recientemente que la covid-19 dejó de ser una emergencia sanitaria de preocupación internacional, esta enfermedad sigue despertando inquietud en los gobiernos de países como China, donde las autoridades se alistan para una nueva ola de contagios.
Esa fue una de las advertencias que hizo el principal especialista en enfermedades respiratorias de China, Zhong Nanshan, durante un foro científico que se llevó a cabo en la ciudad de Guangzhou, ubicada en el sur del gigante asiático, de acuerdo con información compartida por los medios estatales chinos.
El experto advirtió que, el punto más álgido de la nueva ola podría presentarse a finales de junio de este año. Las proyecciones apuntan a que podrían registrarse hasta 65 millones de contagios nuevos cada semana, solo en China. Este nuevo pico de infecciones estará asociado a la subvariante XBB de ómicron, que está circulando con fuerza en la actualidad en territorio chino.
Al respecto, el investigador señaló que su país contará pronto con dos vacunas para hacerle frente al linaje dominante de la covid-19 que se está transmitiendo rápidamente. Zhong señaló que en total esperan lanzar cuatro vacunas distintas, según reportó el medio chino South China Morning Post, aunque sostuvo que no es claro cuándo empezarán a aplicarse estas dosis.
Medios oficiales chinos señalaron que, además, los cálculos del Gobierno mostraban que este nuevo incremento en los contagios venía presentándose desde el pasado mes de abril y que ya se han registrado cerca de 40 millones de casos nuevos a la semana.
Estas noticias llegan después de un período de relativa calma que atravesó China, después de los fuertes incrementos en los contagios por coronavirus que se presentaron a finales de 2022.
Durante el año pasado el gobierno chino fue objeto de fuertes críticas a raíz de que estaba imponiendo estrictas medidas que hacían parte de la llamada política de “covid cero” y que incluían el uso masivo de pruebas para detectar el virus y cuarentenas estrictas que les impedían a los ciudadanos movilizarse con libertad.
Estas férreas condiciones de confinamiento causaron molestias entre la población, que salió a las calles a protestar. Además, organismos multilaterales como la OMS cuestionaron la efectividad de estas medidas, pues impedían que la población desarrollara inmunidad al virus.
El gobierno chino acabó cediendo, pero no desmontó sus políticas de forma progresiva, sino que las retiró rápidamente. Esto, a su vez, provocó una ola de contagios y fallecimientos por Covid-19 que prendió las alarmas de las autoridades sanitarias de distintos países y causó que algunas de ellas impusieran restricciones a los viajeros procedentes de China.
Así mismo, la OMS manifestó sus reparos debido a que consideró que las autoridades chinas no estaban compartiendo con transparencia los datos sobre la cantidad de infecciones y las características de las variantes de coronavirus que estaban circulando en su territorio.
Con información de Semana.com