
El Chivo Brujo es uno de los más conocidos y temidos entre los mayas. Todavía en nuestra época los campesinos y los meridanos (y la competa Península de Yucatán) figura como un peligro para aquellos que trabajan en el campo y en el Sur de nuestra ciudad, pasados varios siglos de que comenzó a ser nombrado ¿por quién? No lo sabemos, pero podría decirse que no es verdaderamente maya, aunque son los propios mayas actuales quienes más horror le tienen, horror que los adultos transmiten a su progenie y así va circulando hasta convertirse en un verdadero fantasma.
Un caso ¿Real?
En mis años de maestro del campo me contaba con lujo de detalles el viejo campesino don Lorenzo Chan (de quien ya hemos hablado) que su padre y dos tíos fueron contratados en una escuela bastante alejada en el monte. Como sabías los maestros que el padre de Lorenzo gustaba de pintar y no lo hacía nada mal, se le ocurrió ponerse en contacto con él con objeto de que le pintara la bandera mexicana para su escuela (de esto hace muchos años) por lo cual le pagaría algunos pesos.
Lo pensó el pintor y al fin se decidió:
-Mira Chan, yo te pinto con sus bonitos colores la bandera, pero si me das la pintura, el mástil y en fin, todo lo que lleva nuestra enseña nacional. Además necesito ayuda y tengo a mis primos que trabajan y los llevaría conmigo pa’que me ayudaran.
Aceptó el maestro y el pintor y sus ayudantes viajaron de un pueblo a otro y cumplieron con su trabajo: una bandera hecha y derecha. Pero les cogió la noche y tuvieron que regresar a su pueblo con mucho miedo. Me decía Chan que en el camino se encontraron con un chivo negro que los llenó de terror. Y tenían razón, pues el Chivo Brujo los atacó por lo que tuvieron que emprender veloz carrera hasta llegar a su pueblo. Del chivo dicen que desapareció.