Bienestar Espiritual

Oración

NUESTROS PUEBLOS ESTÁN SECUESTRADOS PORQUE NO TE CONOCEN”

¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

Muy buenos días, Padre Sapientísimo: ¡Qué tremenda, cruel, cruda e ingrata realidad es la que sufren nuestros pueblos tercer mundistas! El grosor de sus gentes se ven en la imperiosa necesidad de emigrar a países más prósperos, con mayores oportunidades y con amplias libertades. Los campesinos se desplazan a las ciudades y dejan de trabajar la tierra debido a tanto abuso, a tanto depredador, a tanto abandono de sus gobiernos, a tantos malvados, a tanto vandalismo, a tantas presiones y atropellos de sus opresores, que les hacen penosa e imposible su existencia.

Ante Ti, oh Padre Bendito, nos preguntamos EL POR QUÉ de tantas calamidades. Es el Espíritu Santo quien nos da la acertadísima respuesta: “Por eso mi pueblo será exiliado porque no me conoce; sus nobles perecerán de hambre y la multitud se morirá de sed.” (Isaías 5:13). ¡Cuánta importancia merece el llenarnos de Tu conocimiento! ¡Cuán poco Te conocemos! ¿Quién podrá amar, apreciar, valorar y gozar a quien no conoce?

Conocerte es ¡LO MEJOR QUE LES PUEDE SUCEDER A TUS PUEBLOS! Del conocimiento de Ti, oh Dios admirable, NACE, CRECE, ¡SE FORTALECE Y HACE IMPERECEDERO EL PODER DEL AMOR! Un pueblo desplazado, un pueblo secuestrado, un pueblo impotente vive SU RELIGIOSIDAD, SU CREDULIDAD, SUS SUPERTICIONES e invoca a mil impotentes e inútiles dioses, que solo le dan falsas esperanzas, remedios a medias, soluciones precarias, cada vez se sume más y más en la ignorancia, se empobrece, se envilece, es presa de los malvados, esclavo de mil vicios, padece mil enfermedades y solo le espera la muerte, ¡porque ya es un cadáver viviente!

Es el mismo Espíritu Santo quien refuerza esta GRAN VERDAD: “Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Así como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme, yo me niego a reconocerlos como mis sacerdotes. Ya que olvidaron las leyes de su Dios, me olvidaré de bendecir a sus hijos.” (Oseas 4: 6). ¡Qué tremenda sentencia y condena debida al desconocimiento y a la ignorancia! Los ministros del Altísimo nos hemos olvidado de LA ENSEÑANZA, cuando Tu propio Hijo Bendito, nos dio la misma recomendación al final de su estancia en la tierra: “Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.” (San Marcos 16:15). Anunciar equivale a INSTRUIR, ENSEÑAR, PREDICAR, a fin de que este divino conocimiento PROVOQUE LA FE y destruya LA CREDULIDAD; PROSPERE EL CONOCIMIENTO DE LA PALABRA DE VIDA Y DESVANEZCA LA RELIGIOSIDAD; INCREMENTE LA GRACIA DIVINA Y NOS DE SABIDURÍA PARA EVITAR TANTAS DESGRACIAS DEBIDAS A LA IGNORANCIA Y A LA AUSENCIA DE TU PRESENCIA DE AMOR.

Padre Bendito: Te suplicamos nos perdones, POR NO APRENDER Y ATESORAR EN NUESTROS CORAZONES LA RIQUEZA DE TU PALABRA SALUDABLE; POR NO HABERNOS DEDICADO A DIFUNDIR EL CONOCIMIENTO DE TU PALABRA DE VIDA. Desde ahora, nos retiramos a realizar nuestras actividades diarias, pero sobre todo y por encima DE TODO, vamos directos a llenar nuestra alma del conocimiento de TU PALABRA DE VIDA Y A ANUNCIARLA A TODOS TUS HIJOS, ¡OPORTUNA E INOPORTUNAMENTE! AMÉN.

Deja un comentario

Botón volver arriba