



Una de las ciudades más importantes de este siglo es Izamal, el primer pueblo mágico de México. Es una hermosa ciudad pintada de amarillo, que gracias a un plan de desarrollo turístico iniciado en 1959-1961 por el entonces alcalde, don Jorge Carlos González Rodríguez, se observó que muchas casas y comercios del centro tenían propaganda comercial en las fachadas y azoteas, y que debido a esa publicidad no pagaban impuestos al Ayuntamiento sin mostrar interés en colaborar pagando el impuesto correspondiente en la tesorería municipal. Fue entonces cuando el alcalde tomó la iniciativa de mandar borrar la publicidad, ordenando pintar las fachadas de casas y comercios del primer cuadro de manera uniforme, eligiendo combinaciones de amarillo y blanco que le darían una mejor vista a la ciudad.
En 2001, esta ciudad fue incluida en la lista del programa Pueblos Mágicos de México, siendo la primera en recibir este nombramiento en el estado de Yucatán. Además, desde 2008 se encuentra en la lista indicativa para ser Patrimonio de la Humanidad de México.
Izamal, cuyo significado es “Rocío que cae del cielo”, es una pequeña ciudad pero con una gran riqueza histórica de nuestros antepasados. Cuenta con un atrio que es el segundo más grande del mundo, siendo el primero el del Vaticano.
Esta ciudad tiene más de 20 mil habitantes que hablan una lengua mixta entre la maya tradicional y el castellano (español). También se le conoce como “La ciudad de los cerros” debido a que posee importantes vestigios arqueológicos en su territorio, entre los que destacan 5 pirámides mayas de gran tamaño que durante mucho tiempo, antes de ser expuestas, fueron consideradas por los lugareños como cerros.
Además, se le ha llamado “la ciudad de las tres culturas” debido a su vigorosa herencia cultural de la época prehispánica, colonial y contemporánea de México.