Bienestar Espiritual

Oración

“PADRE: ¡LÍBRANOS DE TODA ANGUSTIA!”
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

Padre Santísimo: ¡Glorificado seas ahora y siempre! Pensar en que los tiempos actuales son en extremo difíciles, complicadísimos, turbulentos, violentos, peligrosos, inciertos, llenos de maldad, con enfermedades desconocidas, con una naturaleza furiosa, con terremotos, tsunamis, sequías, lluvias devastadoras, heladas nunca vistas, cambios bruscos en la atmósfera, una moral por los suelos, con una paz relativa y con una delincuencia descomunal y poderosa, nos da pie a pensar que, ¡LA VENIDA DE TU HIJO AMADO ES INMINENTE! ¡QUE EL FIN DEL MUNDO YA ESTÁ POR SUCEDER!

Pero nosotros, Tus amigos, no obstante, todo este peligro descomunal, aceptamos el reto de vivir, sabiendo que estamos en Tus manos divinas cumpliendo, viviendo y amando ese divino propósito que Tú tienes con cada uno de nosotros. ¡Lo tomamos con responsabilidad y pasión extrema! ¡Sabemos y estamos conscientes del gran peligro, pero también confiamos en que contamos con Tu ayuda incondicional y, aunque estemos en el final de los tiempos, eso es lo que menos nos importa!

Estamos dispuestos, hoy más que nunca, a vivir intensa y apasionadamente este momento histórico que nos corresponde, porque, ¡así lo has dispuesto y esa es Tu divina voluntad! ¡Lucharemos día tras día y a cada instante de nuestra existencia en la inteligencia de que Tú estás en medio de la batalla y en nuestro favor! Al final solo nos quedará el exclamar y proclamar ante las multitudes con todas las fuerzas de nuestra alma, lo que es capaz de realizar una fe, una esperanza y toda nuestra confianza en Ti, oh Padre Bendito: “¡GUSTEN Y VEAN QUÉ BUENO ES EL SEÑOR! ¡FELICES LOS QUE EN ÉL SE REFUGIAN!” (Salmo 33:9).

Hoy, oh Padre Bendito, queremos interceder por quienes aún no Te conocen y por quiénes conociéndote, aún están en medio del quebranto, de la enfermedad, de las calamidades, de los mil peligros y de los infortunios. En este momento en el Nombre de Tu Hijo Amado, Te suplicamos que, ¡QUEDEN DESATADAS TODAS ESAS ANGUSTIAS, ESOS QUEBRANTOS Y ESAS CADENAS, ¡PARA QUE RESPIREN LA LIBERTAD DE LOS HIJOS DE DIOS! ¡QUE HOY MISMO, SE LES ABRAN ESAS PUERTAS QUE AYER ESTUVIERON CERRADAS Y COMIENCEN A OPERAR CON NUEVOS BRÍOS, ¡PERO SABEDORES QUE ES EL SEÑOR QUIEN LO HA HECHO Y ES UNA INCREÍBLE MARAVILLA ANTE SUS OJOS! AMÉN.

Deja un comentario

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba