
Después de una noche de insomnio tras más de un mes de desabasto de su medicamento recetado contra la depresión con ansiedad, Elías Téllez acudió a la sede de Psicofarma, una de las principales proveedoras de tratamientos psiquiátricos al sector público y privado, cuya operación fue suspendida por la autoridad sanitaria desde finales de febrero hasta que cumpla “los criterios de calidad suficientes”, y en 2020 fue sancionada por la Secretaría de la Función Pública (SFP) por incumplimiento de contrato.
Como él, varios pacientes de al menos 15 estados como Baja California, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco, Hidalgo, Morelos, Puebla llevan meses con desequilibrios por no poder acceder a su medicina ni a un sustituto eficaz y, con ello, a su derecho a la salud.
Visitó bastantes farmacias, donde se encontró con pacientes psiquiátricos también “desesperados” buscando sin éxito su medicamento fabricado por Psicofarma, entre ellos, el anapsique e incluso la metadona, contra adicciones y contra dolores crónicos.
Lanzó una petición en Change.org, donde van más de 26 mil firmas, y es miembro de un grupo virtual que funge como red de apoyo entre familias y enfermos de esquizofrenia, ansiedad, depresión, trastorno de déficit de atención o bipolaridad de diferentes entidades para rastrear en qué farmacias de la República hay lo que requieren para evitar “una recaída delicada” o tener que disminuir su dosis al mínimo.
Odette Reyes, hermana de un paciente con esquizofrenia, contó que habían logrado paz y “una luz al final del túnel” con la clozapina, un medicamento que evitó que le dieran recargas eléctricas, “una última posibilidad” que parecía salir “de la Edad Media”, pero que ahora también está agotado.
El desabasto no se limita al sector psiquiátrico. Desde 2019 –cuando el Gobierno federal hizo ajustes en la adquisición de medicamentos para evitar oligopolios como el de PiSA– a abril de 2023, el colectivo Cero Desabasto ha recibido más de 9 mil reportes por falta de medicamentos contra el cáncer, la diabetes, la hipertensión o pos trasplante de órganos en el Instituto Mexicano del Seguro Social, el INSABI-Secretaría de Salud, el ISSSTE o el sector privado.
Pero en el caso de la mexicana Psicofarma, el Subsecretario de Salud Hugo López-Gatell la calificó como un monopolio en la proveeduría de medicamento psiquiátrico al Gobierno federal. En septiembre de 2020 la Secretaría de la Función Pública (SFP) la sancionó con no darle contratos públicos durante 45 meses por incumplimiento de contrato con el ISSSTE a quien le entregó 319 mil piezas de albendazol (contra parásitos) de las 600 mil contratadas.
Con información de SINEMBARGO