
Las comidas fuera de casa, ya sea por ocio en una escapada o por necesidad en el trabajo, no serían lo mismo de no ser por la empresa fundada por Earl Tupper en el año 1947. Sí, hablamos de la mítica marca Tupperware, que finalmente acabó dando nombre a esos populares recipientes de plástico. Tras más de siete décadas, ahora la firma se enfrenta a problemas que ponen en duda su supervivencia en el mercado.
Las comidas fuera de casa, ya sea por ocio en una escapada o por necesidad en el trabajo, no serían lo mismo de no ser por la empresa fundada por Earl Tupper en el año 1947. Sí, hablamos de la mítica marca Tupperware, que finalmente acabó dando nombre a esos populares recipientes de plástico. Tras más de siete décadas, ahora la firma se enfrenta a problemas que ponen en duda su supervivencia en el mercado.
Además, pone de manifiesto las dudas “sustanciales” sobre la actual capacidad de Tupperware “para poder continuar en funcionamiento”. Así, actualmente se trabaja junto con asesores financieros para conseguir la financiación necesaria para mantener la viabilidad. De no hacerlo, aseguran que no dispondrá del efectivo necesario para financiar sus operaciones.
Una situación a la que se ha llegado después de una fuerte caída en la Bolsa de Nueva York: cerca de un 40% y con los inversores preocupados por el incierto futuro de la compañía. La citada bolsa, además, advierte que las acciones corren el riesgo de ser retiradas si no se presenta el informe anual correspondiente. Y es que en el último año el “patinazo” en bolsa ha sido notable, con una caída del 90% en el valor de sus acciones. La competencia feroz, falta de una innovación que en su día lideró y la incapacidad para captar a un público más joven parece haberle dado el golpe final.
La llegada de la pandemia fue un balón de oxígeno para la compañía, que consiguió limitar las pérdidas en un momento complicado. Pero ahora, con el incremento del precio de la resina que emplean, así como la mano de obra, han elevado los costes. Si bien subieron también los precios de sus productos para luchar contra las subidas de los tipos de interés, esto no ha evitado que su deuda crezca con el paso de los meses.
Será la tercera restructuración de deuda en apenas unos meses, desde agosto de 2022 y nada está descartado: desde despidos hasta la venta de propiedades inmobiliarias. Y grandes compañías, como Walmart o Amazon, podrían estar interesados en su compra.
Con información de SINEMBARGO