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Razones para ver ‘Bronca (Beef)’, de Netflix

El primer capítulo de Bronca (Beef), de Netflix, sorprende por la rapidez con que se desarrolla el argumento. Lo que comienza con la exploración de dos personajes atormentados, termina por convertirse en un enfrentamiento casi mortal entre ambos. La escalada de venganza se convierte gradualmente en el centro de un conflicto perturbador con un posible final trágico. En poco menos de una hora, tiene lugar un intenso relato que incluye desde una dura crisis emocional hasta una persecución violenta en medio del tráfico. 

La trama, a mitad de camino entre el thriller psicológico y la comedia negra, deslumbra. No solo por su manera de equilibrar ambos géneros de forma hábil, sino también al crear un escenario impredecible. Bronca (Beef) cuenta con un brillante elenco encabezado por Steven Yeun y Ali Wong, que logran brindar a sus interpretaciones una peculiar profundidad. Ambos convierten a sus personajes en una combinación de resentimiento, furia y dolor que resulta fascinante y encaja a la perfección con el sentido de oscura sátira que define a la producción. 

La historia de Bronca (Beef) se considera ya una de las mejores del año y, quizás, de las más inteligentes del amplio catálogo de Netflix. Un suceso que demuestra que la plataforma todavía tiene mucho que ofrecer, a pesar de los altibajos en calidad y proyectos que ha sufrido durante los últimos dos años. Estas son las cinco razones por las que deberías ver la serie y sumarte al fenómeno a su alrededor.

Con frecuencia, a las series les toma tiempo llegar a su conflicto central o explorar sus puntos más significativos. En el caso de Bronca (Beef), todo lo que se necesita saber acerca de la historia ocurre prácticamente en el primer capítulo.

Pero no por ello el resto de capítulos parecen de relleno o se desvían de la trama central. Muy al contrario, exploran lo planteado en las primeras escenas y lo conducen a través de percepciones distintas acerca del bien y el mal moral. 

Tanto los arcos de los personajes como sus respectivas formas de afrontar el mundo, los conflictos que les abruman y el lazo que los unirá. Bronca (Beef) se centra en narrar una visión cuidadosa sobre los lugares oscuros de la mente. Asimismo, en abordar cómo los personajes atraviesan situaciones límites y las posibles consecuencias que habrán de afrontar. Una proeza narrativa que convierte al episodio inicial en un hito entre producciones semejantes.

Más conocido por su actuación como Glenn en la icónica The Walking Dead, Steven Yeun abandona su registro habitual para lograr algo por completo nuevo. Su interpretación de Danny Cho, un inmigrante coreano de segunda generación con problemas de ira, es profunda, resulta singular y creíble. El personaje de Bronca (Beef) es patético en sus intentos por demostrar su valor, pero, a la vez, temible cuando pierde el control. El intérprete es capaz de acompañar todos los escenarios que atraviesa de una realista humanidad.

Pero lo más destacable es que el actor logra descubrir el lado más sensible de este hombre hábil y talentoso, aunque deprimido y derrotado por las circunstancias. No se trata de una caricatura o una burla, sino de un retrato bien construido sobre un panorama emocional en un punto muy cercano a la ruptura total.

Bronca (Beef) no es una comedia, pero en todos sus capítulos hay escenas que hacen reír a carcajadas. Particularmente, por su manera descarnada de narrar la mezquindad, la codicia y la rabia. Algo que la serie hace sin ningún disimulo o intento por suavizar lo que la naturaleza humana puede ser en sus peores momentos.

El creador y escritor Lee Sung logra que cada uno de los capítulos de Bronca (Beef) terminen con una escena impactante que convierte la historia en adictiva. Progresivamente, lo que comienza con un incidente de ira en la carretera se transforma en una venganza. Un ciclo interminable de odio, rencor y miedo que acaba por tener consecuencias dramáticas. 

Con información de HIPERTEXTUAL

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