En México, es un tema público el incesante combate de la iglesia a métodos alternativos a la religión católica, como los curanderos, los santeros, el culto a la santa muerte, la astrología, la lectura de cartas, entre otras, que, dicen, provoca que se jueguen con energías poderosas y desconocidas que incluso habrían derivado en posesiones demoníacas.
Por ello, han tomado medidas como preparar a los sacerdotes mexicanos en temas que le competen al área de posesiones, crear un Ministerio del Exorcismo, iniciar una escuela mexicana para exorcistas e incluso edificar una capilla especializada por completo en la realización de esta clase de rituales.
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La capilla de Las benditas almas del purgatorio está ubicada en la Catedral de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, en el municipio de Colón, estado de Querétaro, al centro de la República. Se dice que más de 40 exorcismos se han realizado en sus instalaciones.
En este estado comenzaron los exorcismos como una práctica abierta y común para la arquidiócesis de México. Fue el obispo del estado, Mario de Gasperín, quien fundó el Ministerio del Exorcismo en el año 2004, debido a la alta demanda de estos ritos en la entidad.
Se habló de aproximadamente 400 casos en apenas cinco años, pero hasta en entonces se habían recibido por lo menos 4 mil reportes; sin embargo, la circular del obispo informó que se hable a fondo con las personas que solicitan el servicio, para identificar los que son problemas mentales, y los que sí son verdaderamente una posesión diabólica.
Ese mismo año, el propio cardenal Norberto Rivera Carrera fue el cabecilla de un evento al que nombraron «Encuentro Nacional de Exorcistas y Auxiliares de Liberación«, donde se registró un aforo de hasta 500 personas. De acuerdo con el medio Religión y libertad, uno de los invitados fue Gabriel Amorth, fundador de la Asociación Internacional de Exorcistas.
Con información de EL HERALDO
