Bienestar Espiritual

Microhomilía

De nuevo, la Palabra nos propone la imagen del sepulcro para ilustrar un posible estado de nuestra vida, que aunque vivos, podemos pasar los días como muertos: inertes, inmóviles, encerrados, enredados, “descomponiéndonos en la oscuridad de un ”sepulcro”.

¿Cómo se llama, de qué está hecha la piedra que te mantiene dentro? ¿De qué está construida tu tumba? ¿Quiénes pueden ayudar a rodar la losa que te mantiene dentro?
Dios, experto en perdón y en ”volver a la vida”, hoy se acerca hasta nuestro encierro desesperanzado de muerte y nos llama por nuestro nombre para salir de ahí, para volver a vivir. Escucha a Dios llamarte por tu nombre y gritar con fuerza ¡Sal de ahí! No hay reclamos, hay llamada a vivir de nuevo.

Rv. P. Hernán Quezada sJ

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