Bienestar Espiritual

Oración

“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
¡Salve, oh Padre Amoroso y Sabiduría infinita! En esta media noche, nos viene a la memoria esas Palabras de Vida que Tu Hijo Amado pronunció y en este momento, estando Frente a Ti, queremos ver su profundo significado.

Padre: Esta interrogante de Cristo nos está haciendo ver, ¡cuán importante es SALVAR NUESTRA ALMA, PORQUE ES DE UN VALOR INCALCULABLE Y REPRESENTA A NUESTRO VERDADERO YO. ¡EN ELLA ENCONTRAMOS NUESTRA VERDADERA IMAGEN Y NUESTRA GRAN SEMEJANZA DIVINA QUE NOS HACE ASPIRAR Y SUSPIRAR POR LA ETERNIDAD! Es muy cierto que nuestro cuerpo es el VASO DE BARRO FRÁGIL que contiene al alma y al espíritu, haciéndonos tripartitos, pero, por si fuera poco, también somos TEMPLOS VIVIENTES DE LA DIVINIDAD. Padre bendito: nuestra alma dotada de inteligencia, de voluntad, de consciencia y de memoria.

Nos distingue entre toda la creación animada y nos hace constatar lo que el Espíritu Santo ha dicho de nosotros: “¡Somos templos vivientes de la divinidad!” (2ª. Corintios 6.16).
¡Gracias, Padre Santísimo por habernos dado ese altísimo don de ser lo más excelso de todo lo creado en el mundo visible! ¡Con cuánta razón dice de nosotros el Espíritu Santo: “¿Quién es el hombre para que de él Te acuerdes?” (Salmo 8: 4). Padre de Amor: somos Tu prioridad, porque no Te complaces en vernos enlodados y envilecidos en medio del pecado.

Estamos comprendiendo que, debido a esta gran verdad, nos quieres salvar pagando tan alto precio, sacrificando al Cordero Inmaculado para que nosotros tengamos vida eterna. Para ello, lo que nos cuesta mucho trabajo hacer es comprender que, LO INMENSAMENTE VALIOSO DE LA VIDA ES NUESTRA ALMA, PORQUE ELLA CON SU INTELIGENCIA, SU VOLUNTAD, SU CONCIENCIA Y SU MEMORIA, NOS ASEMEJA MUCHO A TI, ¡PADRE MARAVILLOSO! El tiempo en esta vida es tan breve, que, en vez de pensar en vanidades, deberíamos implementar estas facultades de nuestra alma para vivirlo bien, aprovecharlo al máximo, disfrutarlo con sabiduría y hacer el bien con amor, con excelencia, con pasión y con elegancia.

¡Gracias, Padre Bendito! Pero todo ello requiere y reclama que primero crucifiquemos a nuestro yo, para que nuestra alma, movida por la gracia del Espíritu Santo nos haga hacer de nuestra existencia una vida de AMOR, ¡DE PASIÓN Y DE EXCELENCIA!

Deja un comentario

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba
error: Este contenido está protegido. Gracias.