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Juan Carlos Lomónaco y la Orquesta Sinfónica de Yucatán

En el año 2004 se funda la Orquesta Sinfónica de Yucatán, durante el gobierno de Patricio Patrón Laviada y a iniciativa del Arq. Domingo Rodríguez Semerena. La orquesta inicia con pie derecho y su primer director lo fue Juan Felipe Molano, un destacado músico colombiano que, después de ser director de la OSY, ha desarrollado una brillante carrera como director de orquestas sinfónicas. A la salida de Molano, hay un breve período en el que lleva la batuta el Mtro. José Luis Chan Sabido. Después de ese período, correctamente, se lanza una convocatoria internacional para elegir un nuevo director para la orquesta. A este certamen, concurre más de una docena de directores mexicanos, alemanes, polacos, norteamericanos, y se tiene una histórica jornada, agotadora por cierto para la orquesta, en la que hubo conciertos como parte del concurso. Como resultado de esas jornadas públicas, llega a la dirección de la orquesta Juan Carlos Lomónaco, destacado y reconocido músico mexicano, que derrotó a nacionales y extranjeros. Llega a la dirección de la OSY por medio de un proceso limpio, legítimo, transparente e incuestionable.

Juan Carlos Lomónaco nace en CDMX en 1969, cursó estudios en el Curtis Institute of Music de Filadelfia, ahí estudia dirección de orquesta con Otto Werner Müller; posteriormente estudia en la Pierre Monteux School con el destacado director Charles Bruch y en la Universidad de Montreal. A los 23 años debutó como director con la Orquesta Sinfónica Nacional de México y desde entonces ha dirigido más de cincuenta orquestas en los siguientes países: USA, Canadá, Venezuela, Perú, Ecuador, Colombia, España, Portugal, Italia, Serbia, Montenegro, Macedonia, Bulgaria, Polonia, Rusia y Kazajistán. Entre las orquestas que ha dirigido destacan Orquesta y Coros Nacionales de España, Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, Sinfónica Nacional del Perú, Ópera y Ballet de Bellas Artes de México, Sinfónica de Xalapa, Filarmónica de la UNAM, The Polish Chamber Orchestra entre otras.

Ha sido director titular de las Orquestas Sinfónica Carlos Chávez, del Instituto Politécnico Nacional, Conservatorio Nacional de Música, así como director y fundador del México-Philadelphia Ensemble y Ensamble Iberoamericano. En México dirige frecuentemente las orquestas más importantes del país. Su extenso repertorio y versatilidad abarca desde ópera, hasta música contemporánea. Ha participado en los festivales internacionales de San Lorenzo de El Escorial, de Música Contemporánea de Treviso, de Gaia-Portugal y Cervantino en México. Ha acompañado a solistas, como Juan Diego Flores, Alexei Volodin, Leticia Moreno, Vadim Brodski, Jorge Federico Osorio y Carlos Prieto. Su discografía con diversas orquestas, asciende a más de veinte grabaciones. Acreedor a importantes reconocimientos como el Presser Music Award y las becas del FONCA en cinco ocasiones. Fue seleccionado en 2010 por la revista LÍDERES MEXICANOS como uno de los trecientos mexicanos más influyentes en la cultura.

Desde su llegada al atril de director de la OSY, Juan Carlos retomó e impulsó el excelente trabajo iniciado por Juan Felipe Molano y lo lleva a niveles sin precedente en la historia del movimiento sinfónico en Yucatán. La orquesta, bajo su batuta, va subiendo su calidad día con día. Muy significativas fueron las participaciones de la orquesta en el Festival Cervantino, acompañando a Vadim Brodski y Alexei Volodin.  Un momento cumbre en la vida de la orquesta lo fue el brillante concierto en el Palacio de Bellas Artes, en CDMX, con motivo de los diez años de la agrupación, en mayo de 2015. En esta memorable ocasión, nuestra orquesta abarrotó el máximo coliseo cultural de nuestro país, e incluso se quedo gente afuera que no alcanzó boleto. En ese concierto, Juan Carlos dirige a una leyenda mexicana del piano, Jorge Federico Osorio. Juan Carlos dirigió también, en el Teatro Peón Contreras, a un figurón mexicano de la música, el gran chelista Carlos Prieto. El Auditorio Nacional también vio triunfar a nuestra orquesta con su director Lomónaco, acompañando al gran tenor Juan Diego Flores. Sin duda de ninguna especie, nuestra orquesta ha visto sus mejores momentos bajo la batuta de su director Juan Carlos Lomónaco.

La administración y sostenimiento de la Orquesta Sinfónica de Yucatán es una responsabilidad compartida, hay un convenio legal de por medio, por el cual, laboralmente, la orquesta depende del Gobierno del Estado, por ello todos sus elementos están afiliados al ISSTEY, pero administrativamente, esta responsabilidad es compartida por otros dos organismos: El Patronato para la Orquesta Sinfónica de Yucatán y el Fideicomiso Garante de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, este último organismo tiene por objeto garantizar la existencia y persistencia de la orquesta, y no esté sujeto, cómo en el pasado, del beneplácito o capricho del gobernante en turno. Esta responsabilidad compartida ha funcionado perfectamente por casi veinte años y logró el hecho sin precedentes de una orquesta con continuidad y una calidad de excelencia, única en tres siglos. Y de pronto, vertical y autoritariamente cae el cese del director de la orquesta, sin tomar en cuenta a los corresponsables de ella. El hecho deja muy mal sabor en todos los ámbitos de la sociedad.

Juan Carlos Lomónaco llegó a la dirección de la OSY mediante un proceso claro, limpio, irreprochable; ha hecho una gran labor en sus catorce años al frente de la orquesta, por tanto merece una salida de la misma forma. No es correcto que, ahora, por una decisión unilateral, salga por lo obscurito, por la puerta trasera. Juan Carlos Lomónaco merece un concierto de despedida, con el reconocimiento de todo mundo, con la dignidad con la que siempre se desempeñó en sus años como director. Es un derecho indiscutible y lo merece sin duda de ninguna clase.

Además, se ha nombrado a un director interino que, eso debe ser, interino. Sin dilación de ninguna clase, las instituciones relacionadas con la OSY deben convocar a un certamen para buscar, internacionalmente, un nuevo director para nuestra orquesta. Que el nuevo director entre también por la puerta grande, avalado por un proceso limpio, claro, transparente, incuestionable. Eso esperamos de las autoridades y de las agrupaciones de la sociedad civil que están relacionadas con

¡NUESTRA ORQUESTA!

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