Randy Arozarena expresó su deseo de jugar en el Clásico Mundial de Béisbol para agradecer todo lo que su patria adoptiva ha hecho por él, y dentro del campo ha demostrado su agradecimiento con un promedio de bateo de .500 después de siete hits en 14 turnos, incluyendo seis extrabases y nueve carreras empujadas, estableciendo así el récord de producción mexicana para este tipo de torneo.
Fuera del campo, Arozarena es el alma del equipo y enciende a los aficionados propios y extraños. Él se siente muy feliz cuando los aficionados lo aplauden y corean su nombre, y trata de dar lo mejor de sí mismo en el campo para que se sientan bien representados por él. También es un jugador completo en todos los sentidos, como lo consideró el segunda base mexicano Luis Urías.
Arozarena disfruta de la convivencia con los aficionados y agradece las ovaciones, e incluso firma autógrafos y se toma fotos entre cambio de lanzadores o cuando se acerca a las gradas entre jugadas. Él está satisfecho por haber cumplido el primer objetivo que se fijaron, que era salir de la fase de grupos rumbo a la ronda de eliminación en cuartos de final. Sin embargo, sabe que lo mejor está por venir y que el próximo juego contra Puerto Rico o la República Dominicana es el más importante hasta ahora en este Clásico.
Con información de ESPN
