
En el libro Conexiones la propia estructura del libro es conformadora de significados, al establecerse un diálogo entre otredades, donde los cuentos de un determinado autor, ya sea a través de las acciones o de sus personajes, son reconsiderados y repensados por otro autor a través de otro cuento, formando entrecruzamientos argumentales y secuencias originales.
Pertenecientes a distintos grupos de edad y con distintos orígenes, 14 autores, de los cuales siete son mujeres y siete varones, se vinculan en pares de manera consensuada, para que cada uno aporte dos cuentos, uno preexistente al libro y otro escrito en relación al de su contraparte autoral, con lo cual se crea un espacio discursivo a base de entramados de cuatro cuentos. Este juego de pares al multiplicarse por 7 da lugar a esta interconexión conformadora de la estructura del libro: tramas de cuatro cuentos, que al organizarse de manera sucesiva dan lugar por yuxtaposición a un entramado mayor.
Dentro de un principio de cooperación de pragmática literaria, los 14 participantes fungen como emisores y destinatarios dentro de cada uno de los entramados. En específico, Mar Gómez es la creadora del proyecto, cumple el papel social de mediadora entre los autores y es participante ella misma.
Destaco ese fondo de entendimientos que da lugar a lo que termina siendo una variante de creación colectiva, en un plano de igualdad, donde las diferencias provienen de la obligada sucesión de los cuentos sin sujetarse a ningún tipo de jerarquía. Y si bien, la palabra contraparte implica una idea de oposición, en este caso se establecen vínculos semánticos, entrelazamientos de temas, acciones, motivos y personajes, o adaptaciones que un autor hace al entrar al juego del otro, procurando sentirse identificado con el cuento ajeno.
En conjunto, en este libro se crea una forma de interlocución entre los cuentos que conlleva una intersubjetividad autoral por medio de la apropiación de las historias, los espacios, los tiempos y los personajes del otro. Una imbricación de autores que supone todo un intercambio comunicativo.
Los cuentos se plantean en sus especificidades y luego aparecen las integraciones, con resonancias conceptuales. Puede darse el caso de que un autor retome a sus propios personajes -es decir, su propio relato- e incorpore los del otro autor; puede ser que se involucre sólo con los personajes del otro y a veces el estilo puede tener algunos cambios al adaptarse al otro relato, aunque cada uno de los participantes mantenga en lo general sus características propias.
En estos entramados de cuatro cuentos los temas son variados y encontramos integraciones de fantasía y realismo, de erotismo y vida cotidiana, con entornos a veces especificados y en ocasiones en una procurada indefinición espacial y temporal.
En el conjunto de María Elena González y Mar Gómez el entrelace de personajes y ambientes remarca el desquiciamiento de los mundos interiores y la opresión del medio psiquiátrico, lo cual incide en la carga de alucinaciones y pesadillas, reforzadas con la relación de dependencia hacia las cosas, ya sean bolsas de estraza o trufas.
En Alicia González Ascencio y Pedro Juan de la Portilla contrastan los respectivos ámbitos, ya que uno se centra en el trabajo de un escribiente de los llamados popularmente “evangelistas” que logra efectuar una interesada relación sentimental, mientras que en el otro resalta el refugio de los bares donde se hace posible la escritura literaria, ambos desembocarán en el trasfondo de la cruda realidad de un pueblo lleno de avidez sexual, todo ello bajo la evocación literaria de Charles Bukowski y Joseph Roth.

En Álika Vargas y Ricardo Guerra de la Peña la obsesión de Nayara por tener tetas postizas establece vasos comunicantes con el tema de la identidad sexual -en específico del reconocimiento de la homosexualidad- de Carlo, además de una funeraria donde se pretende que el ataúd tenga forma de coca cola. El derecho de réplica conduce hacia Acapulco y a las relaciones de Nayara con Carlo más la presencia de Bruno, el primer amor de éste.
En Rafael Ferro y Zindy Abreu, los personajes Rubio y Niñote evidencian la pronta frustración hacia la Revolución Cubana y sus secuelas de exilio y suicidio. Las otras caras son el fantaseo y el ansia sexual en el ambiente popular de la guagua, con sus ingredientes de ingenio y negritud, y la exaltada fiesta del Tropicana.
En Liz Osorio y Verónica Rodríguez, personajes pertenecientes a diferentes épocas y distintos entornos, se conectan en la hacienda henequenera bajo los maleficios de la muerte y el nacimiento, en historias sumidas en la sumisión matrimonial, el incesto, la violación y las relaciones sexuales con cuerpos decrépitos.
En Carlos Gómez Camuzzo y Víctor Garduño, el tema del Covid y la conciencia de la muerte de un personaje se relacionan con el desolado Salvador en su anhelante búsqueda de Beatriz, la fantasía de Florencia y la presencia del taller literario en un giro metaficcional con la certeza de saberse personajes creados y creadores.
En Francisco Caamal y Arnaldo Ávila, la metamorfosis en ave que sufre un joven que es víctima de una familia disfuncional y busca tomar venganza se entrelaza con la dominante lujuria de una mujer como presencia ambivalente en un pueblo, con sus penetrantes olores y su muerte. Habrá salvación para ambos.
Un elemento paratextual agregado es que en la página opuesta al inicio de cada uno de los cuentos derivados su respectivo autor escribe de manera autógrafa un fragmento del texto, con el propósito explícito de que su caligrafía sea contemplada por su contraparte. Este contraste de tipos de letra refuerza la presencia subjetiva de cada autor y la diversa condición del conjunto en contraposición a la uniformidad e impersonalidad del texto impreso.
Sin duda, este libro ofrece variadas opciones al lector para adentrarse en cada cuento por sí solo, en los entramados a dúo y el entramado coral. Las conexiones entre los autores tienden puentes para que se conecte también con este original juego literario.
Gómez, Mar (compiladora): Conexiones. Diálogos entre cuentos, autores y personajes, Uno4cinco, Toluca, 2022, 201 págs.
(Texto leído durante la presentación del libro en el Ágora del SNTE en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán 2023 el pasado martes 14 de marzo).