Cultura

Los asombrosos fantoches de Rosete Aranda (70)

Valmont, el redactor de El Eco del Comercio que se encargaba de reseñar todo lo que acontecía en el ámbito cultural, no dejaba de encomiar aquel singular espectáculo:

            […] Un público numeroso aplaude constantemente la labor de los artistas que no se presentan en la escena, y que constituyen lo verdaderamente notable del espectáculo. La rara agilidad de los muñecos es el producto de la gran habilidad de unos cuantos hombres que hacen que los mecánicos artistas se muevan y hablen con propiedad, y lo consiguen de modo perfecto, haciendo que la ilusión sea completa y que la mente humana crea que está presenciando una función representada por artistas de carne y hueso…. vistos con unos gemelos de teatro, invertidos […] (1)

En la función del jueves 21 de enero, los presentes aplaudieron a rabiar los juguetes cómicos que se presentaron esa noche: Estudiantina Española y los Ciclistas de ultratumba. (2) El domingo 24 de enero, los Rosete Aranda ofrecieron dos funciones:

            […] Por la tarde a las 3, será con el siguiente programa:

            1.- “La casa de los espantos”.

            2.- “El pilluelo dinamita”.

            3.- “Corrida de toros”.

            4.- “La bendición de un Santo”.

Por la noche, a las ocho, tendrá lugar la segunda función del día, con el siguiente programa:

            1.- “El gran cañón”.

            2.- Segundo acto de la zarzuela “Manicomio de cuerdos”.

            3.- “El 16 de Septiembre” y

            4. Gran iluminación y fuegos artificiales […] (3)

El martes 26 de enero se anunció la despedida de los fantoches con estas tres obras: El hombre proyectil, La gallina ciega y La tempestad en el mar. (4) Pero, como solía ocurrir, aquella no fue la última función, como tampoco lo fue la del sábado 30 de enero. (6) El fin de la temporada llegó el domingo 31 de enero con un programa doble:

            […] Véanse los programas: tarde a las 4 en punto:

            1.- Gran corrida de toros.

            2º y 3º.- 16 de Septiembre.

            4º.- Tempestad en el mar.

            Noche a las 8 y media en punto:

            1º.- Paseos de Santa Anita.

            2º.- La bonita zarzuela titulada “El niña” (sic).

            3º.- Apoteosis del amor.

            4º.- Fuente Maravillosa.

            5º.- Tempestad en el mar.

            El lunes sale la compañía para Progreso donde dará 6 funciones que le han sido compradas; terminado este compromiso pasará a Izamal donde dará un corto número de funciones.

            Es indudable que hoy no se cabrá en el “Mérida”, ya que se trata del adiós de los fantoches […] (7)

Las coplas de don Simón

Para cerrar este apartado, reproduciremos algunas de las coplas que figuraban en este juguete cómico en un acto y en prosa, que se presentó en Mérida en la función del 20 de enero, y cuyos personajes eran los siguientes: Pascarroncita, la protagonista principal, que a sus ochenta años añora el pasado y, en consecuencia, detesta el presente; Bicicleta, Escarlatina, Francisco, Luis y Juanito. El argumento es este:

            […] Luis, hijo de Pascarroncita[,] invita a don Francisco a conocer a su familia. Antes de marcharse el invitado pide a Luis que toque y que cante una canción a alguna de las mujeres. Esto da motivo para que Pascarroncita regañe a su hija y mencione que, en la época antigua, se disciplinaba la voz. Don Francisco sugiere que cante para poder tener un punto de comparación entre las dos épocas […] (8)

Escuchemos lo que quiere contarnos Pascarroncita Mastuerzo de Berdegay Panza de Res y Gay Verde en las diez primeras coplas de su actuación:

[…]

Don Simón, los ochenta he cumplido

buena y sana, por gracia de Dios,

y del mundo falaz corrompido,

contemplando el escándalo atroz.

I

En mi tiempo las niñas salían

a la misa nomás y al sermón,

y después a su casa volvían

entregándose a alguna labor.

Ahora piensan nomás en vestirse

a la moda, sombrero y paltó;

tanto polvo se dan que parecen…

¡Panaderas! señor don Simón.

II

En mi tiempo los novios les daban

a sus novias, en prendas de amor,

regalitos que siempre costaban

cantidades de inmenso valor.

Hoy, si acaso, les llevan ufanos

brillantotes que, cuestan tostón,

y les quitan después de las manos,

¡cuánto pueden! señor don Simón.

III

Cuando el novio mandaba las cartas

las tomaban con mucho rubor,

escondiéndolas luego al instante,

de mamá por respeto y temor.

Hoy, les leen las mamás las cartitas,

y las dejan salir al balcón,

y platican allí que parecen

¡guacamayas” señor don Simón.

IV

En mi tiempo los hombres usaban

cuello bajo con moderación,

pelo corto, sencillo el peinado,

sexo fuerte, señor don Simón.

Hoy se ponen el cuello a la inglesa,

por cubrirse un horrible esternón,

y se peinan de raya y onditas,

¡Ay qué jotos!, señor don Simón.

V

En mi tiempo para ir a la iglesia

se vestían con moderación,

y las niñas tan sólo llevaban

un rosario, libro de oración.

Ahora usan vestidos chillantes,

llevan sillas, su catre y colchón,

y más tarde llevarán almuerzo,

por si fuera muy largo el sermón.

VI

En mi tiempo había unos doctores

que curaban con gran precisión,

y muy pronto sanaba el enfermo

y cobraban con moderación.

Hoy los llaman para un constipado,

llevan sierra, puñal y azadón,

para hacer picadillo al enfermo

¡y… peso diario!, señor don Simón.

VII

En mi tiempo sobraba el dinero,

tanto al rico, como al pobretón,

cuando menos cargaba en la bolsa

moneditas de a medio doblón.

Hoy se ven a la moda vestidos

de sorbete*, leontinar* y bastón,

y no llevan ni medio en la bolsa,

¡ay, qué brujas! señor don Simón.

VIII

En mi tiempo había unos bautizos

que causaban gran admiración,

pues regaban las calles con plata

y al ahijado con rico ropón.

Hoy se deja que crezcan los niños,

y el padrino [h]a de ser un señor,

y, después de tanto aparato,

puro ¡cobre! señor don Simón.

IX

Las ancianas, allá en otro tiempo,

se vestían con mantillas o mantón,

su peinado modesto y decente,

sin adornos y sin pretensión.

Hoy las viejas de mis compañeras,

Sólo al verlas da ¡risa! señor,

con listones, vestidos de moda,

y con ¡novio! señor don Simón.

X

En mi tiempo al casarse los hombres

ya tenían aunque fuera un jacal

y además, como gran garantía,

cuando menos saber trabajar.

Hoy los novios dealtiro la ¡raspan!

pues algunos ya tienen valor

de comer, y de vivir con los suegros!

por lo ¡brujas! señor don Simón.

* sorbete = sombrero de sede, de copa alta.

* leontinar = leontina, cadena de reloj. […] (9)

Por cierto, en su estupendo libro sobre la historia de los títeres, Yolanda Jurado Rojas, quien consultó fuentes inéditas, como el Archivo General de Tlaxcala Fondo Rosete Aranda, Libros de contabilidad 1885-1907, Libros de contratos teatrales 1880-1912, Cuadernos de las obras teatrales: El Borracho Mexicano, Un baile en arroyo Jíbaro, Un asalto zapatista, Las coplas de Dos Simón, copia de una carta de Leandro Rosete Aranda a su cuñada 1901 y el Archivo Histórico del Instituto Nacional de Antropología e Historia, además de numerosos periódicos y libros, no consigna la estancia de la Empresa Nacional de Autómatas de los Hermanos Rosete Aranda en Yucatán. ¿Será que otros titiriteros usurparon su nombre para hacer de las suyas entre nosotros, como no era raro en ese tiempo?

Sin embargo, la propia autora descarta esa posibilidad al resaltar lo siguiente:

            […] El éxito económico alcanzado por la empresa originó que algunas compañías quisieran imitarla; el plagio no se logró porque la empresa huamantleca tenía elegantes decoraciones en sus funciones, 100 cuadros distintos de costumbres nacionales y magnífico atrezzo, pero sobre todo contaba con el talento y la experiencia heredada por los Aranda, a lo largo de varias décadas […] (10) (Continuará)

Referencias

(1).- Valmont. (1904, 22 de enero). Algo de todo / Los Fantoches. El Eco del Comercio, p. 3.

(2).- Valmont. (1904, 23 de enero). Algo de todo / Los Fantoches. El Eco del Comercio, p. 3.

(3).- Valmont. (1904, 24 de enero). Algo de todo / Los Fantoches. El Eco del Comercio, p. 5.

(4).- Valmont. (1904, 26 de enero). Algo de todo / Los Fantoches. El Eco del Comercio, p. 3.

(5).- Valmont. (1904, 26 de enero). Algo de todo / Salón Mérida. El Eco del Comercio, p. 3.

(6).- Valmont. (1904, 30 de enero). Algo de todo / Los Fantoches. El Eco del Comercio, p. 3.

(7).- Valmont. (1904, 31 de enero). Algo de todo / Los Fantoches. El Eco del Comercio, p. 3.

(8).- Jurado Rojas, Yolanda. (2004). El teatro de títeres durante el porfiriato. Un estudio histórico y literario. México: Benémerita Universidad Autónoma de Puebla / Gobierno del Estado de Tlaxcala / Conaculta, p. 113.

(9).- Jurado Rojas, op. cit. pp. 217-219.

(10). Jurado Rojas, op. cit. p. 75.

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