
Harlan. P. Perril, capitán del barco U:S:S: Yorktown, no pudo dormir la noche del 18 de julio de 1917 después de recoger a los sobrevivientes de la isla de la Pasión o Clipperton y conversar largamente con Alicia Rovira viuda de Ramón Arnaud Vignon, gobernador de la isla. Se sentó y escribió en su diario: “La viuda del capitán, tiene sólo 29 años, y aunque parece mayor, sigue siendo una bella mujer. Es muy inteligente, y esto se nota en su conversación. Ciertamente tiene que serlo, de otro modo no hubiera podido sacarlos con bien de las duras pruebas que debieron atravesar”.
La pequeña isla o atolón coralino que se recorre completa en una mañana se encuentra aproximadamente a 1,000 km frente al puerto de Acapulco, México, en el océano pacífico. Su descubrimiento se le atribuye a Fernando de Magallanes en 1521, quién la registró como Médanos en alusión a la: “acumulación de arena en forma de medialuna”. Posteriormente, la visitó el capitán español Álvaro de Saavedra y Cerón y debido a unos acontecimientos poco claros entre los tripulantes de su barco, en los que se mencionan pleitos y matanzas, la bautiza como isla de la Pasión. En el año de 1704 el pirata inglés John Clipperton la convierte en su refugio y la renombra como la isla de Clipperton. Pocos años después, unos navegantes franceses la visitan y la declaran propiedad francesa.
La isla es inhóspita, no tiene agua dulce ni tierra para sembrar, su único valor en el siglo XIX era la gran cantidad de guano que era utilizado para la producción de fosfato, aunado a la importancia de su ubicación para demarcar los límites de las naciones hicieron que tanto Francia, como Inglaterra, Estados Unidos y México se declararan dueños de ella.
En 1897 el presidente mexicano Porfirio Díaz decide enviar a la isla un destacamento de 15 hombres para protegerla, al mismo tiempo que llegaba a un acuerdo con la compañía inglesa “The Phosfhate Pacific Co. Ltd.” para la venta del guano, quién también envía a un grupo de hombres para juntarlo ya que periódicamente despacharía un barco a recogerlo. El subteniente Ramon Arnaud Vignon, hijo de franceses avecindado en Orizaba, Veracruz, es citado por el coronel Abelardo Ávalos para informarle que debido a que hablaba varios idiomas, lo iban a comisionar a la isla de la Pasión para la vigilancia y defensa de su soberanía. Lo ascenderían a teniente y sería nombrado gobernador.
Es probable que Ramón se ilusionara con tal encomienda ya que se había comprometido con su novia Alicia Rovira y quería llevarla con él a vivir esa aventura que sonaba tan exótica y romántica. En octubre de 1907 llega por primera vez a la isla y unas de sus primeras disposiciones fueron: construir un faro en la roca más alta del atolón, nombrando al soldado mulato Victoriano Álvarez como encargado y reconstruir una casa de un antiguo supervisor de la compañía inglesa.
El 24 de julio de 1908 se casan Ramón y Alicia en uno de los eventos más comentados en Orizaba. Después de la ceremonia religiosa la prensa anotó: “se dirigieron al Hotel Francia en donde se sirvió el acostumbrado chocolate de bodas”. Alicia lucía radiante con su vestido de novia, sobre el cual su nieta María Teresa Arnaud de Guzmán, escribió: “El traje nupcial ha llegado de Europa, es muy elegante; por varias semanas ha estado expuesto en los aparadores de Las Fábricas de Francia”.

Al mes de la boda desembarca Alicia en la isla, la que, sin imaginarlo sería su hogar por nueve años. Regresaría viuda y con cuatro hijos. Lo primero que habrá notado era el desagradable olor a azufre proveniente de la laguna volcánica en su interior, así como la pobreza del lugar, pero con gran pasión se ocupó los primeros meses en adecuar su hogar. Habían llevado algunos muebles europeos, mecedoras tejidas en Acapulco, una mandolina, algunas medicinas, fotos familiares, libros y un baúl con sus mejores ropas y su traje de bodas, entre otras cosas. Para socializar con las otras parejas de la isla, organizaban los viernes reuniones, principalmente con el alemán Gustavo Schultz representante desde hace 4 años de la compañía inglesa con su pareja, y el teniente Secundino Cardona y Tirsa Rendón quien llegaría a ser la mejor aliada de Alicia. En esas veladas, Ramón tocaba la mandolina, Secundino cantaba y Alicia preparaba lo que podía con las mercancías que tenían.
La promesa que le hicieron a Ramón era que un barco los abastecería cada 2 o 3 meses, pero pronto comprendería que las visitas se espaciarían a cada 6 u 8 meses. Alicia quedó embarazada y pretendían ir a tierra firme para que diera a luz, sin embargo, al no llegar el navío parió a su primer hijo con la ayuda de su esposo y una mujer que fungía como partera. Nació Pedro Ramón Arnaud Rovira el 29 de junio de 1909 y en marzo de 1911 nació también en la isla y de la misma forma su hija Alicia.
Esos primeros años, con la disciplina de los dos, los víveres se distribuían con equidad, aunque el gobernador tuvo que ordenar que se guardaran en un almacén con candado por algunos hurtos que se dieron. De gran ayuda también fueron la huerta que se dedicaron a cultivar con algo de tierra que trajeron, así como las mercancías que les dejaba el barco de la compañía inglesa que venía a recoger el guano. Sin embargo, el capitán inglés les comunicó que se espaciarían sus visitas y en un futuro cercano las suspenderían ya que habían encontrado otras islas más cercanas con abundante guano.
En diciembre de 1911, después de varios meses de esperarlo, llegó el barco mexicano causando gran emoción en la población y principalmente en los Arnaud Rovira. Al leer las cartas de la familia escritas más de un año antes, se enteraron de los grandes festejos celebrados en septiembre de 1910 por el centenario de la independencia de México, pero desconcertados escucharon al capitán de la nave actualizándoles las noticias; el presidente Díaz había renunciado, partido al exilio a Paris y gobernaba el país Francisco I Madero.
Al quedar de nuevo embarazada Alicia, deciden viajar con toda su familia a tierra firme en la siguiente visita del barco, lo que sucede en febrero de 1913. Nace en Jalapa, Olga Arnaud Rovira. En el mes del nacimiento de su tercera hija, el país vivió uno de los episodios más dramáticos de su historia, es fusilado Madero y sube al poder Victoriano Huerta. Ramón logra una entrevista con el secretario de guerra a quién le explica su situación. Es probable que no le hayan prestado mucha atención, pero salió de las oficinas con la instrucción de regresar a la isla y con la promesa de que seguirían proveyéndolos. Tanto él como Alicia con cierta inocencia, deciden creerles y regresar a lo que consideraban su hogar, sin imaginar que esa decisión marcaría su destino lleno de penalidades ya que el gobierno mexicano en plena revolución, simplemente se olvidó de su existencia.
La primera desgracia vivida por los habitantes de la isla fue la llegada en febrero de 1914 de una terrible tormenta que destruyó las moradas de los pobladores, entre ellas la cuidada casita de Alicia. Cuando empezaron los vientos huracanados y la lluvia, Ramón ordenó que se refugiaran (once hombres, diez mujeres y nueve niños), en la única construcción que podría resistir, la bodega del guano. Alicia llegó con su bebé en brazos, sus hijos mayores pegados a su falda y empujando el baúl con su vestido de novia, sábanas y manteles.
Al salir de su refugio, Alicia vio como preciados artículos de su hogar volaron por los aires entre ellos la mandolina de Ramón, así como muebles y vajilla. Entre las novedades que se encontraron fue observar a un barco holandés que se estrelló en los arrecifes, logrando rescatar a nueve hombres, una mujer y dos niños. A los habitantes de la isla no les agradó tener que alimentar a más personas, pero Ramón y Alicia procuraron distribuir las escasas raciones equitativamente. Con las maderas que pudieron recuperar de su navío los náufragos ayudaron a levantar las casas y Alicia se dio a la tarea nuevamente de arreglarla.
El capitán holandés que observó las penurias por las que pasaban, decidió adecuar un viejo bote de remos improvisándole un mástil y una vela para realizar junto con tres marineros un arriesgado viaje para llegar a Acapulco por ayuda. Viaje que emprendieron en junio de 1914. Aunque nadie confió que podrían llegar a tierra firme en tan endeble barco, eran marineros expertos y lo lograron. El 25 de junio el barco Cleveland que los rescató, llegó con la intención de recogerlos, Ramón inexplicablemente decidió no subirse a un barco con bandera norteamericana, ya que se enteró que ese país recientemente, había invadido México. No sabía que esa decisión le costaría la vida.

La falta de alimentos y sobre todo frutas y verduras, comenzó a cobrar vidas entre los habitantes que se enfermaron de escorbuto. Ramón ordenó que los cocos de las 13 palmeras que había en la isla serían solo para las mujeres y los niños. La comida habitual se convirtió en pájaros bobos, cangrejos y lo poco que podían pescar. Los primeros en enfermarse y morir fueron los hombres y para el año de 1915 únicamente sobrevivían 17 personas en la isla.
En mayo Alicia sufrió la pena más grande durante los años que vivió en la isla. Ramón cree divisar en la lejanía un barco y convence a los hombres sobrevivientes que se lanzaran al mar en una improvisada barcaza para perseguir al barco que se alejaba. Las mujeres y niños observan desde la playa, cuando un gran animal (una mantarraya o tiburón) vuelca nave. A pesar de esperarlos sin moverse durante un largo tiempo, nunca regresaron, habían quedado solas y desamparadas y Alicia se encontraba embarazada de su cuarto hijo.
Solo con la pasión de una mujer como Alicia pudieron continuar y buscar las fuerzas para sobrevivir y proteger a los niños, pero las penas no habían terminado. Cuando se organizaron para buscar el sustento, comenzaron a sentirse observadas y no faltó mucho para que descubrieran que efectivamente las visitaba un fantasma. Una mañana se presentó el farero Victoriano a quien hace meses lo daban por muerto al saber que había enfermado de escorbuto y observar que ya no prendía el faro. Había estado viendo las desgracias y consciente de que era el único hombre en la isla, decidió erigirse como el nuevo gobernador, armado con un fusil les informó que se las llevaría de una en una a la roca del faro para que lo atendieran y fueran su “esposas”. Con terror Alicia vio cómo se llevó a la primera, a quien al resistirse a sus deseos la mató. Pronto bajo por la siguiente, Alicia le suplicó no lo hiciera, pero el contestó que después de que diera a luz, vendría por ella también.
Alicia parió a su último hijo Ángel Miguel, quien nació muy débil ya que su mamá se encontraba muy delgada y mal alimentada. Al recuperarse del parto Alicia hablo con Tirza Rendón y decidieron que tenían que hacer algo para terminar con el suplicio que representaba que Victoriano bajara periódicamente, las golpeara y las llevara al faro donde las violaba. Armadas de valor, tendieron una trampa al farero y una mañana mientras Alicia lo distraía y engañaba con ceder a sus caprichos Tirza lo atacó por la espalda, asestándole un gran golpe en la cabeza con un mazo. Las dos mujeres flacas y desnutridas se le fueron encima mientras el las golpeaba con fuerzas, pero después de unos minutos Victoriano dejó de moverse. La muerte del farero se dio días antes de que el barco del capitán Perril divisara a los sobrevivientes de la isla de la Pasión con sus catalejos, y decidiera bajar a investigar, ya que encontraron el cuerpo de Victoriano con señas de una reciente descomposición.
Cuatro mujeres y 7 niños fueron rescatados. Alicia antes de subirse al barco corrió a sacar de su preciado baúl las viejas ropas que le quedaban así como los billetes de la paga de Ramón que aun conservaba, sin saber que ya en el México de 1917 no tenían ningún valor. También pidió un tiempo para bañarse y bañar a los niños con un viejo jabón que escondía. Al llegar al puerto de Salina Cruz, los esperaba en el muelle el cónsul británico, el padre de Alicia y el alemán Gustavo Shultz.
El pequeño Ángel Miguel vivió muy poco tiempo, muriendo en 1921, justo el año en el que Alicia obtuvo del gobierno de Álvaro Obregón, después de años de solicitarlo, una pequeña pensión, pero ella murió a los tres años en 1924, solo contaba con 35 años.
La isla de la Pasión dejó de ser mexicana en 1931, por un injusto fallo a favor de Francia emitido por el rey Víctor Manuel III de Italia. El patriotismo del matrimonio Arnaud Rovira y su tenacidad por defender su soberanía, fue infructuosa.
Laura Elena Rosado Rosado