


06 de marzo/ Cancún, Q. Roo.- Un par de ciudadanos radicados en Chiapas, a través de su representante legal, reclamaron hoy a la Fiscalía General de Quintana Roo (FGE) el pago del millón de pesos que la institución ofreció a quien aportara datos fidedignos que permitieron localizar y detener a Marco A. C. A., principal sospechoso de la desaparición de la adolescente, Fernanda Canul, en la zona continental de Isla Mujeres.
El 10 de noviembre de 2022 Marco A. fue detenido en San Cristóbal de las Casas, al salir de un templo, en cumplimiento de una orden de aprehensión. La FGE lo buscaba desde hace meses y por ello ofreció –el ocho de agosto de ese año– una recompensa a quien aportara información real que permitiera su localización.
El hombre fue traído a Cancún y presentado ante un juez de Control, quien lo vinculó a proceso, imponiéndole como medida cautelar, la prisión preventiva.
El fiscal, Óscar Montes de Oca, se ufanó de que su captura se debió a las “labores de inteligencia” e investigación de su equipo, pero fue desmentido por Deysi Blanco, madre de la víctima.
La mujer aclaró que todos los datos para localizar al ahora imputado, los aportó ella, luego de recibir la información de habitantes de San Cristóbal de las Casas, quienes primero se dirigieron a la Fiscalía para pasarles la dirección y hasta la localización en tiempo real, pero fueron ignorados por la institución.
Debido a que el 11 de noviembre el fiscal aclaró que no se haría efectiva la recompensa, el 14 de noviembre, la asesora victimal de Deysi –la abogada Fabiola Cortés– informó que promovería un juicio civil en su contra, por negarse a cumplir con la oferta
En respuesta, desde la institución se filtró un video de la adolescente, correspondiente al día de su desaparición y, en días subsecuentes, la versión hacia la prensa, de que la mamá de la víctima estaba “más interesada” en cobrar la recompensa, que en encontrar a su hija.
El tema no quedó ahí. Para diciembre, Montes de Oca Rosales, cuestionado sobre la solicitud de su destitución, presentada a la gobernadora, “Mara” Lezama, respondió que el tema se remitía a ataques políticos y mencionó que su origen era de quienes intentaban cobrar un porcentaje de la recompensa ofrecida, en alusión a la abogada.
Para desmontar esa versión, que calificó como “falsa”, Martín Jiménez viajó de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, hasta Cancún, para hacer efectivo el cobro de la recompensa, pero principalmente para desmentir que es Deysi Blanco o Fabiola Cortés, las interesadas en recibir ese dinero.
Pasadas las 14:30 horas de hoy, ingresó a las instalaciones de la Fiscalía, en esta ciudad, para entregar un escrito, soportado por evidencias que prueban que, originalmente, se comunicaron con la propia institución para darles la dirección, la ubicación en tiempo real del ahora imputado en San Cristóbal de las Casas y hasta fotos de él y de su esposa, pero fueron desdeñados, pues no los volvió a contactar, ni a pedir más información, ni a dar seguimiento.
“La Fiscalía quedó de comunicarse nuevamente con estas personas, en cuanto llegaran a Cancún. Estuvieron a la espera de la ubicación, marcaron y ya no les contestaron”, comentó.
Ahí mismo, Cortés Miranda sostuvo que con el escrito de hoy se aclararán “todos esos rumores que han sido propagados maliciosamente, lo digo con seguridad, con certeza y sin temor a equivocarme, desde la propia Fiscalía, en el sentido de que somos los abogados y es la señora Deysi, los interesados en el tema (la cobranza de la recompensa)”.
“Vengo en representación de las personas de Chiapas que aportaron la información a la Fiscalía y a aclarar el rumor que acaba de comentar la abogada de doña Deysi. En ningún momento a las personas que vengo representando se les ha requerido ningún porcentaje, ninguna cantidad.
“Lo cierto es que tuvimos contacto con la señora Deysi, porque al aportar los primeros datos de información de Marcos Adrián, se notó que la Fiscalía no le dio la importancia que esta información merecía. Entonces la señora se vio en la necesidad de acudir directamente a doña Deysi, la contactó vía Messenger, primeramente; de ahí se comunicaron vía whats app y ya fue que compartieron información y le dieron la ubicación”, detalló Jiménez.
El enviado subrayó que “no fue la Fiscalía la que llevó a cabo ese trabajo de inteligencia que ahora se adjudica, sino que fueron las personas de Chiapas, específicamente de San Cristóbal de las Casas”.
La identidad de las dos personas que compartieron la información y ubicación exacta para dar con Marcos A. es reservada para preservar su seguridad.
“Su interés es aclarar el rumor de que la abogada y la señora Deysi le pedían un porcentaje a esas personas, que es falso, y aún cuando de inicio no se veía un lucro, ni se hizo por dinero, ahora la integridad física de esas personas se ha visto comprometida”, explicó Jiménez.
Fabiola Cortés añadió que el requerimiento presentado hoy por el enviado, permitirá conocer si la Fiscalía ha cumplido o no el procedimiento para ofrecer la recompensa.
También confirmó que ahora existe una orden de aprehensión en contra de la esposa del imputado, quien lo acompañaba el día de su detención.
Sin embargo, la mujer se encuentra prófuga e ilocalizable, debido a que en diciembre la Fiscalía se negó a enviar a personal a San Cristóbal, cuando todavía se trataba de solicitar la cooperación de la Fiscalía de Chiapas para citarla a declarar.
Cortés Miranda reiteró que el fiscal Pedro Viveros dijo a Deysi Blanco que como ella era “la interesada” en agilizar el tema, debían viajar a Chiapas con sus propios recursos.
Para esos fines, la señora solicitó recursos a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (Ceaveqroo) del estado, pero la institución le respondió que solo podía apoyarla con la mitad del monto requerido y el viaje no se hizo. Ahora se le ha perdido la pista a aquella mujer.
“Posteriormente se solicitó la orden de aprehensión por la presunta participación de la señora en la desaparición de Fernanda Cayetana. No es menor esta orden de aprehensión, no es para que venga a declarar, sino como presunta participante”, añadió.