El impacto del uso de medicamentos para prevenir el daño cardíaco durante la quimioterapia de un paciente con cáncer estuvo en el centro de atención durante una sesión científica de última hora, sobre el ensayo STOP-CA, presentado en la Sesión Científica Anual del American College of Cardiology junto con el Congreso Mundial de Cardiología, ACC.23/WCC , que se llevará a cabo del 4 al 6 de marzo en Nueva Orleans, LA.
En ” Estatinas para prevenir la cardiotoxicidad de las antraciclinas: el ensayo STOP-CA “, los investigadores encontraron que entre las personas que recibieron regímenes de quimioterapia que contenían antraciclinas para el linfoma, las que tomaron el medicamento para reducir el colesterol atorvastatina durante un año tenían significativamente menos probabilidades de mostrar evidencia de disfunción cardíaca que los que tomaron un placebo. Estos datos del ensayo clínico aleatorizado con sitios de inscripción en 9 centros de EE. UU. y Canadá representaron una población de estudio muy relevante y respaldan el uso de atorvastatina entre pacientes con linfoma tratados con antraciclinas donde la prevención de la disfunción sistólica cardíaca es importante, señalaron los autores del estudio.
Los hallazgos del estudio se compartieron durante el primer día de la conferencia mundial de cardiólogos, ACC.23/WCC, presentados por el coautor principal, Tomas G. Neilan, MD , MPH, FACC. Neilan es Profesor Asociado de Medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, Director del Programa de Cardiooncología en el Hospital General de Massachusetts , Codirector de su Programa de Investigación de Imágenes Cardiovasculares y Director Asociado del Programa de Capacitación MGH T32 en Imágenes Cardiovasculares. Neilan anotó que se estima que hay 90,000 casos de linfoma cada año en los Estados Unidos.
El daño al corazón es un efecto secundario relativamente común del tratamiento con antraciclinas y puede conducir a una disfunción cardíaca y luego a una insuficiencia cardíaca, una afección en la que el músculo cardíaco se vuelve demasiado débil para bombear sangre con eficacia, anotaron los investigadores. Los resultados del ensayo sugieren que las estatinas pueden ayudar a disminuir los efectos de este daño cardíaco, particularmente en personas que tienen un riesgo elevado de problemas cardíacos debido a la edad avanzada, un índice de masa corporal más alto o que toman dosis más altas de antraciclinas, según los investigadores.
Para el nuevo ensayo, llamado STOP-CA, financiado por el, los investigadores inscribieron a 300 pacientes con linfoma en tratamiento con antraciclinas en una dosis media de 300 mg/m2. A la mitad se le asignó tomar 40 mg de atorvastatina y la otra mitad tomó un placebo diariamente, comenzando antes de su primera dosis de antraciclinas y continuando durante un año. La fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) de los pacientes, una medida de la capacidad de bombeo del corazón, se evaluó al inicio del estudio y al cabo de un año. Un total de 286 pacientes completaron el estudio.
Con información de Dicardiology
