
Acaba con privilegios, crea organismo para impugnaciones
El Gobierno de México descartó que la reforma electoral sea para “destruir a INE” y que signifique un masivo despido, ya que eliminaría 1,264 cargos de Juntas locales y distritales, que no significan ni el 8 por ciento del total de trabajadores del INE, pero sí acabaría con los privilegios de los altos mandos y crearía un organismo de impugnaciones.
El Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, detalló que la reforma electoral ha sido objeto de ataques claramente diseñada por la oposición y se trata de la reforma a 5 leyes: la Ley general de instituciones electorales, la de partidos, la orgánica del Poder Judicial, la de responsabilidad administrativas y la de Comunicación Social.
Habría una Ley general de medios de impugnación con 70 artículos y se regula para que sólo un organismo pueda resolver las impugnaciones y no se le quitan facultades al INE o Tribunal Electoral.
“Desparecen las facultades de Juntas locales y se concentra en un procedimiento sancionador, significa el fin de la burocracia dorada del INE, suprime gastos médicos, sueldos por arriba de lo que gana el Presidente de México, viáticos, desparecen 2 fideicomiso (uno de contingencia laboral y otro relativo a inmuebles, que están en la opacidad).
“No hay un despido de 8 mil trabajadores, se reducen las Juntas locales y distritales que gozan de beca y se reduce de 5 a 3 vocales, que cada uno gana 50 a 70 mil pesos mensuales. Y de 5 vocales a 1 vocal en los distritales”.
Se eliminarían 64 vocales de juntas locales y 1,200 vocales auxiliares, si son de servicio profesional de carrera serían reubicados, pero no significa ni el 8 por ciento de los 17,500 trabajadores del INE”.
Y se reiteró que no se pone en riesgo la jornada electoral por el conteo rápido o registro preliminar.
Pero sí se abre sanción a la prevenda como los monederos electrónicos.
El Gobierno federal destacó que la eliminación de cargos es de una élite, no de la clase trabajadora, ya que la clase trabajadora no goza de las prestaciones de los altos mandos del INE, que incluso hay quienes llevan 30 años en la institución.