Quintana Roo

Ratificación de prisión preventiva a Mario Marín, “una victoria temporal”, advierte abogada de Lydia Cacho

Cancún, Q. Roo, 1 de marzo. – Durante su estancia en la cárcel de Cancún, el ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, sujeto a proceso por la autoría intelectual del delito de tortura en agravio de la periodista, Lydia Cacho Ribeiro, no solo gozó de comodidades particulares o se ufanó de su poder económico y de sus influencias políticas entre los internos y el propio personal.

También había logrado conformar una suerte de grupo de protección que estuvo inmiscuido en dos altercados, el 26 de noviembre y el 2 y 6 de diciembre del 2022, de acuerdo con un acta emitida por el Comité Técnico de dicho centro penitenciario.

El documento fue leído durante la audiencia celebrada el pasado 23 de febrero, cuando se revisaron las medidas cautelares de Marín Torres, quien pretendía que le fuera levantada la prisión preventiva que lo mantiene preso –ahora en El Altiplano– y pudiese seguir su proceso en libertad, lo cual no consiguió.

El perfil del ex mandatario estatal es descrito por autoridades penitenciarias de Quintana Roo como el de un hombre con un coeficiente intelectual arriba del promedio, “capaz de poner en riesgo la estabilidad de la cárcel”, razón que motivó su traslado al Centro Federal de Readaptación Social 01, El Altiplano, con residencia en Almoloya de Juárez, Estado de México, la madrugada del 27 de enero pasado.

Así lo consigna la orden de traslado de la Dirección de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Quintana Roo, con residencia en Chetumal –capital del estado– citada en el oficio con número SSP/ SSEPYMS/ DGEPYMS/ DCPBJ/ DJ/ 0379/ 1/ 2023.

La decisión se tomó como “una medida urgente y de protección”, debido a la “necesidad de salvaguardar la seguridad y gobernabilidad” del recinto penitenciario en donde el otrora “Góber Precioso” se mantuvo recluido desde el tres de febrero del 2021, cuando fue capturado bajo el cumplimiento de una orden de aprehensión, en Acapulco, Guerrero.

El 10 de febrero de ese año el Juzgado Segundo de Distrito, radicado en Cancún, le dictó el auto de formal prisión, como parte de un proceso que corre por la vía tradicional y que incluyó como medida cautelar la prisión preventiva, que lo mantuvo interno en la cárcel de esta ciudad hasta el pasado 27 de enero, cuando fue trasladado, junto con otros internos, a penales de máxima seguridad en el país.

“El encausado y otros, son personas con capacidad criminal media alta, manipuladores, con un rol de líder negativo, puesto que tratan de obtener un beneficio de manera fácil, con un nivel cognitivo por encima del promedio, que es enfocado a superar la seguridad del centro, en constante búsqueda para tener un rol de líderes al interior del centro (sic), situación que lleva a poner en riesgo la estabilidad y gobernabilidad del centro penitenciario”, se lee en la orden de traslado.

Las condiciones de reclusión de las que gozó Mario Marín, junto con su conducta y perfil, fueron parte de los argumentos presentados por la defensa de Lydia Cacho, durante la audiencia de revisión de medidas cautelares solicitada por el ex gobernador, para negarle el levantamiento de las mismas.

La audiencia

En entrevista, Aracely Andrade, abogada de la periodista, relató cómo se desarrolló la audiencia por videoconferencia –la cual se llevó prácticamente 10 horas, con solo dos recesos– y bajo qué argumentos la juez ratificó la medida cautelar de prisión preventiva que mantiene interno –ahora en el Altiplano– a Mario Marín.

La defensa del ex gobernador intentó demostrar que la liberación de su cliente no implicaba un peligro para Cacho Ribeiro, sus testigos y la propia abogada y que tampoco había riesgo de que se evadiera de la justicia, al tener arraigo, casa y empleo.

Andrade Tolama expuso a la jueza lo contrario. Echó mano del perfil y conducta del exgobernador estando recluido en la cárcel de Cancún, para demostrar su peligrosidad; expuso las redes que tejió en el recinto penitenciario, los presuntos privilegios de los cuales gozó y la espontánea y oportuna oferta de trabajo que le surgió, 20 días antes de la audiencia, por ejemplo.

Describió, con base en los propios reportes del centro de reclusión, puestos a la vista de la juez, que durante su estancia en la cárcel de Cancún, Marín Torres “se erigió como líder de una pandilla que lo cuidaba”, que ingresaba cosas al penal no permitidas, que vestía ropa fina, poseía un horno para cocinar sus alimentos, gozaba de aire acondicionado y que el día de su traslado, le fue encontrado un celular y 10 mil pesos en efectivo.

“Además le salieron a relucir dos pasaportes, tres diferentes licencias de conducir en diferentes estados”, comentó.

El ex gobernador, de viva voz, negó los señalamientos y la jueza –pese a los informes que le fueron exhibidos– desestimó el elemento de “riesgo” o “peligro” para la víctima y sus testigos, como factor para negarle a Marín la modificación de sus medidas cautelares.

La negativa se fundó por las otras dos razones también consignadas en el artículo 20, fracción 9 de la Constitución, que hablan del factor de “complejidad del asunto” y la “ausencia de arraigo” que impida que el procesado se evada de la justicia.

La “amistad” con Isidro Santamaría

Andrade Tolama explicó que para defender que poseía arraigo, la defensa de Marín Torres presentó una carta en la que le ofrecen empleo como asesor jurídico, por cinco años, con una iguala de 35 mil pesos, vivienda “a su gusto” en Cancún, con renta por 15 mil pesos.

La carta fue expedida el pasado 3 de febrero por el Corporativo Balam Kan S.A. de C.V. y está firmada por su representante legal, Daniel E. S. C.

Daniel es hermano de Isidro Santamaría Casanova, líder de la CTM en Quintana Roo, detenido el 25 de julio del 2019, en Cancún, por la Fiscalía General de la República (FGR), vinculado a proceso por su probable participación en el delito de Trata de Personas, bajo la modalidad de explotación sexual, en agravio de mujeres extranjeras que laboraban en el Dassan, un table dance en Punta Cancún, ubicado como suyo, según la causa penal 183/ 2019.

Desde su detención y hasta el 31 de julio del 2022, Isidro Santamaría permaneció interno en la cárcel de Cancún, pero fue liberado luego de lograr la modificación de sus medidas cautelares, lo que le permite seguir su proceso en libertad, presentándose cada 15 días a firmar, habiendo pagado 100 mil pesos y con la prohibición de abandonar el estado o acercarse a las víctimas del delito que se le imputa.

El líder sindical y ex regidor en el Cabildo de Cancún, ha sostenido ante la prensa que se le acusó en falso, que la autoridad se extralimitó en sus funciones y que al momento de ser detenido, el table dance que fue cateado ya no era suyo.

De acuerdo con el Registro Público de Comercio, el corporativo Balam Kan fue constituido por Isidro Santamaría como accionista mayoritario, su hermano Daniel, quien figuraba –como administrador único– y otras dos personas más como accionistas, el 01 del noviembre del 2002.

La sociedad ha tenido varias modificaciones desde entonces, pero actualmente Daniel figura como representante legal, al menos en la carta para ofrecer trabajo a Mario Marín, expuesta en la audiencia.

“Para demostrar que tenía arraigo, se da esta extraordinaria oferta de empleo, trabajando las horas que él quiera, dándole 15 mil pesos para rentar una vivienda a su gusto, con todas las facilidades. O sea, es un montaje para justificar que posee arraigo y que no se evadirá de la justicia.

“Yo deduje que la amistad entre Isidro Santamaría y Mario Marín surgió de que ambos estuvieron en la misma cárcel, desde febrero de 2022, cuando detienen a Mario Marín, hasta agosto (julio) en que liberan a Santamaría por cambio de medidas cautelares, que era lo que esta vez buscaba Marín para sí mismo”, expresó la abogada.

Cuando Andrade Tolama alegó lo anterior, dice que la defensa del ex gobernador se burló, pero al tomar la palabra el propio Marín Torres admitió haber conocido a Santamaría Casanova en la cárcel.

La abogada insistió a la jueza que, antes de su detención, el ex gobernador “anduvo a salto de mata”, escondiéndose, hasta que fue ubicado y aprehendido. “¿Qué nos hace pensar que esta vez, no se sustraerá de la justicia?”, cuestionó.

La jueza dio por válida la argumentación y consideró que había riesgo de probable evasión, por lo que determinó por esa causa mantener la prisión preventiva a Marín Torres, así como por la complejidad del asunto.

La peligrosidad de Marín

En cuanto a la “complejidad del asunto”, la también defensora de derechos humanos mencionó la existencia de un doble y contradictorio informe expedido por la Guardia Nacional (GN).

El primero, consignaba que el ex gobernador no representaba ningún peligro porque “es un hombre de edad avanzada” que “padece dolores de espalda”.

El contenido del documento –dijo Andrade Tolama– se elaboró con base en la entrevista vía telefónica que la GN hizo a la esposa del ex mandatario estatal.

Un segundo informe señala lo contrario y describe a Marín como alguien “muy peligroso”, agregó la abogada.

“Explicamos a la juez que parte de la complejidad del asunto consiste en que Mario Marín es autor intelectual del delito de tortura. O sea, le bastó con levantar el teléfono para ordenar “darle un coscorrón” a una periodista, como él describió la instrucción de detenerla y mandar a violarla en la cárcel, cosa que por fortuna no logró.

“Esto significa que de igual forma puede dar una orden desde donde esté, para causar daño, no se lo impiden sus dolores de espalda”, agregó.

La defensa de Mario Marín desestimó lo anterior y sostuvo que la liberación de su cliente no representaba ningún peligro para Cacho Ribeiro, ni para la propia abogada, toda vez que la primera vive en España y su cliente estaría arraigado en México y la abogada trae consigo escoltas.

Andrade aclaró que Lydia Cacho “no está de vacaciones, sino desplazada, precisamente porque su vida está en peligro”, derivado de la venganza de gente como Marín y que ella, como su abogada, traía escoltas asignadas por el Mecanismo Federal de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, al que está inscrita, al correr el mismo riesgo.

“Estamos ante un hombre con la capacidad económica y política para incidir en la comisión de delitos, por parte de terceros, dentro y fuera de la cárcel, incluso formando nuevas redes de apoyo, según los informes de las autoridades del centro de reclusión (en Cancún). Le dije a la jueza: ‘Si usted lo libera, aumenta nuestro riesgo’”, manifestó.

Una victoria temporal

Al final, la jueza negó revocar la prisión preventiva como medida cautelar, al acreditarse “la complejidad del asunto” y la “carencia de arraigo”, aclarando que, de cualquier modo, Marín Torres estaba en posibilidad de volver a solicitar el cambio de medida cautelar cuando lo deseara.

“Ella le dijo hasta cómo hacerlo, lo cual fue tan desconcertante, como que desestimara el riesgo, el peligro de liberarlo. Incluso los fiscales de la FGR se sorprendieron”, comentó la abogada, quien calificó el resultado de la audiencia como “una victoria temporal”.

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