
Con tamales mexicanos, pero adaptados a sabores hasta japoneses e indios, la inmigrante Imelda Hartley llegó este año al Super Bowl LVII como vendedora oficial para los eventos previos al partido del 12 de febrero en el State Farm Stadium.
“Estoy muy orgullosa de que mis tamales vayan a estar presentes en tan importante evento”, declaró a EFE la mexicana, originaria de Culiacán, Sinaloa.
Víctima de la violencia tanto en su país como en Estados Unidos, Imelda Hartley es ahora dueña de “Happy Tamales“, una pequeña empresa que llevará sus productos a la final deportiva más importante del país, que se llevará a cabo en Glendale, Arizona.
De vender tamales en la calle frente a una lavandería en Phoenix, ahora la empresaria es conocida por su variedad de tamales, con más de una veintena de sabores internacionales.
Cuenta que sus amasijos, hechos artesanalmente, no son los “tradicionales” mexicanos sino combinaciones de sabores latinoamericanos y de otras culturas como la india y la japonesa.
“Tengo 22 variedades de tamales, muchos de ellos de mi propia inspiración, como son los tamales de camarón con curri y leche de coco”, explicó.
Recuerda que la inspiración le llegó respondiendo a la demanda de sus propios clientes. Algunos le decían que eran vegetarianos, por lo que ideó los tamales de nopal, así como otros que combinan espinacas y queso crema.
“Tengo tamales inspirados con sabores guatemaltecos, de Honduras; también los hago de diferentes tipos de masa, como es la masa de arroz”, explicó la empresaria, de 52 años.
Aclaró, sin embargo, que no puede faltar el típico tamal mexicano “El Sinaloense”, el cual lleva carne, papa, zanahoria y calabaza, y que también estará en el Super Bowl, que este año se disputan los Philadelphia Eagles y Kansas City Chiefs.
Con información de ESPN