Sororidad

Vive Érica Millet la ‘tormenta perfecta de actividad literaria’

Dejar el servicio público luego de 20 años le abre la puerta a la creación

Erica Millet Corona vive “la tormenta perfecta de actividad literaria”: gana el Premio Nacional de Cuento “Beatriz Espejo”, publica el ensayo “Madres e hijas” en la Antología “Materna” de Editorial Fondo Blanco y forma parte de “Relatos sobre madres imperfectas”, una antología que publicará el Ayuntamiento de Mérida en este 2023.

Llegar a este punto significa para la escritora la validación de su esfuerzo, de su trabajo y preparación, así como su boleto para seguir escribiendo y ser leída.

Millet Corona es periodista de profesión y durante 20 años trabajó como servidora pública para el Ayuntamiento de la Ciudad, así como para la actual administración del Gobierno estatal, sin embargo, en junio del 2021 experimentó un alto en su camino cuando tuvo que entregar el cargo, por lo que debió analizar y redefinir sus propósitos.

Con el apoyo y respaldo familiar, así como el cariño de sus amistades emprendió el viaje a la escritura, así que durante 2021-2022 se preparó: tomó talleres de poesía, narración, novela y se sensibilizó para dejar fluir las ideas y escribir.

Con el cuento “Que los culpables paguen” se convierte en la primera mujer yucateca en recibir el Premio Nacional de Cuento “Beatriz Espejo” 2022, y significa la validación de su esfuerzo por hacerse visible.

“El premio significa la validación de los esfuerzos por hacerme visible como autora, fue del 2021 al 2022 años intensos en cuestión literaria, aproveché muchísimo el tiempo disponible para leer más, prepararme, cosa que no podía hacer con tanto rigor y disciplina, pude abocarme a la literatura, me inscribí a muchos talleres de poesía, narración, cuento, y el taller permanente Uayé en novela y de este ejercicio fueron surgiendo textos y era importante saber que alguien los iba a leer”, relató en entrevista con EstamosAquí Mx.

Millet Corona es madre de 4 mujeres, es originaria de Mérida, Yucatán, con posgrado en relaciones públicas y publicidad, tiene 49 años y vive una nueva fase como escritora; no cierra la puerta al servicio público, pero de darse el caso, sería en condiciones especiales y alineando varios elementos.

El Premio

El Premio Nacional de Cuento “Beatriz Espejo” se entrega desde el 2001 y es convocado por la Secretaría de Cultura de Yucatán, así como el Ayuntamiento de Mérida, pero no había sido entregado a ninguna mujer del Estado a pesar de realizarse en la Entidad.

“El Premio lleva nombre de mujer, se da en Yucatán y no había habido una mujer que entregara el tiempo, fue muy importante para mi ser la primera mujer en el Estado, cuando hay muy buenas representantes del gremio periodístico. Sé que hay mujeres escritoras yucatecas de gran valía, que han trabajado durante muchos años y me tocó a mi ser la primera, a pesar de tener una carrera literaria corta; espero que en el futuro mucho más mujeres se sumen a la lista y haya más voces femeninas de la literatura yucateca”.

La obra

El cuento “Que los culpables paguen” con el que ganó el Premio Nacional de Cuento “Beatriz Espejo” nació de una anécdota que llevó al papel en enero del año pasado.

“Estaba en una reunión y me cuentan la anécdota, es un relato de un suceso real, pero con muchas lagunas en tiempo y eso permite la ficción, los sentimientos, las emociones al personaje principal que es una mujer y también explorar el espíritu femenino con nuestras maternidades y la forma en la que protegemos a nuestros hijos”.

Esta historia la lleva al taller con el escritor Ricardo Guerra y le sugiere que tiene los elementos para concursar en el Premio de Beatriz Espejo.

Y fue hasta el Verano que lo lleva a otro taller literario y al ver la reacción de participantes con conjeturas y especulaciones se dio cuenta que era una historia de impacto a los lectores y decide seguir la sugerencia de Guerra y participar en la convocatoria: “pensaba que si no obtenía un logro, podía meterlo en una Antología del Ayuntamiento, donde resulté favorecida, y podría ser leída”.

El cuento de Millet ganó entre 411 obras participantes.

¿De qué escribe?

Millet Corona es madre de 4 mujeres; dos jóvenes de 22 y 24 años y dos pequeñas de 10 y 14 años y sigue la premisa de Beatriz Espejo: “escribir sobre lo que somos y conocemos”

“¿Qué me lleva a escribir sobre maternidad? La misma Beatriz Espejo dice que escribimos sobre lo que conocemos y se ha hablado mucho y que escribimos sobre nuestras obsesiones y yo soy mamá de 4 niñas, sin duda la condición materna, el maternar todos los días a reflexiones constantes de si lo estoy haciendo bien o si cumplo con la encomienda, todas las reflexiones que son parte de mis obsesiones, como la de muchas madres se llevan a los textos de manera involuntaria”.

Agregó que su escritura se basa en quien es: una mujer que trabajar todos los días, que al mismo tiempo crece a las hijas e intentar que sean personas de bien.

“Mi primer ensayo publicado fue en la Antología llamada “Materna” que es de 13 escritoras mexicanas y me piden escribir sobre los claroscuros de la maternidad y hago un ejercicio autobiográfico como hija y madre, se llama “Madres e Hijas” y la Antología completa “Materna” será presentada en la FILEY de este año”.

Y ahora trabaja en la novela basada en la vida de su abuela: Rita María, una mujer de Progreso, que migra a la Ciudad de México porque quería iniciar carrera en el cine, participó en la radio, pero conoce al abuelo, se casa enamoradísima y renuncia el sueño para cuidar de la familia.

Además de los cuentos que van generando y sigue en taller con Adolfo Calderón, verónica Rodríguez y Roberto Azcorra.

La salida del Gobierno

Dejar de ser servidora pública, luego de 20 años “Fue un parteaguas” para Millet.

“Dejo la dependencia en Junio del 2021, pero independientemente de los motivos que te llevan a dejar un trabajo, ya sea por voluntad propia o porque alguien tomó la decisión, son renuncias o separaciones que siempre son duras por lo que se deja atrás, por los proyectos que se ven truncados, por las amistades que se van quedando fuera de tu vida.

“Fue una época difícil y complicada para mi en lo personal, había muchas emociones, las ideas iban cambiando de forma constantemente y me cuestionaba cuál era mi propósito si a esto que le dediqué más de 20 años de mi vida, se termina en un impasse abrupto en el 2021. Yo estudié periodismo, pero me interesaban las artes y cultura, viene la oportunidad de trabajar en el servicio público y quedo enamorada, me gusta el servicio público y llevo mi carrera profesional a la especialización en esta área con la maestría.

“Cuando ocurre la separación de la Sedeculta, me cuestiono si tomé la decisión correcta, si los años valieron la pena, si es algo que quiero buscar nuevamente o no”.

En medio del torbellino de emociones y análisis, su amigo Adolfo Calderón y quien entendía el momento en el que estaba atravesando la invita a formar parte del taller literario Uayé para escribir novela.

“Esta invitación cambia mi percepción, y resulta la actividad más terapéutica que haya tenido y además me inyecta una vitalidad que me hace dar cuenta que de acá vengo, incluso mi hija de 10 años me hacía ver la suerte que de quedarme sin trabajo porque podría hacer lo que me gusta que es escribir”.

Reconoció que el apoyo de su familia fue vital para capacitarse y escribir.

¿Otra vez?

Regresar al servicio público no está descartado, pero tendría que ser en condiciones especiales.

“Nunca hay que decir nunca; tendría que alinear muchos factores que tengo en esta etapa de mi vida; creo que hay relevos generacionales y que pueden refrescar, pero también creo en la experiencia para alinear las fichas y alinear el tablero.

“Tendría que ser algo muy especial, un lugar en un organigrama donde me sienta apreciada y tomada en cuenta y que mi trabajo podría hacer una diferencia, si se da no quiero decir que lo consideraría, ahora en este momento, de bote pronto no”.

’No dejo de ser’

En estos casi 2 años de trabajo y preparación intensa, también ha habido intervenciones de la escritora en redes sociales, las cuales han generado polémica, ya que englobaban a la política pública.

“Soy una mujer resiliente, que soy una comunicadora por vocación, es parte de mi esencia y por el tiempo que he llevado en el servicio público y como parte de mi origen hay la necesidad de comunicar y de hacerlo con mi comunidad, soy una mujer de convicciones.

“Estas convicciones son las que te llevan a no encajar en ciertos contextos y entrar en conflicto en la parte política, y sí pesa más mi convicción que las complacencias a una persona. Hoy me autodefino como escritora, me siento muy orgullosa de ser escritora”.

Mujeres

Finalmente a las mujeres que maternan sugirió: “No dejen de ser mujeres primero que mamás, si bien la maternidad es una parte importante de lo que somos y decidimos hacer, no nos define completamente y nuestra vida, nuestra esencia e intereses están primero, para luego dar a nuestros hijos esa seguridad y libertad que ellos mismos necesitan”.

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