
A partir de cierta edad habría
que empezar a olvidar a todos
los que uno ha conocido para
después recordar sólo a los
verdaderos amigos. Uno o
dos tal vez… o a ninguno.
—

Toda aflicción es fruto
de nuestras ambiciones.
A partir de cierta edad habría
que empezar a olvidar a todos
los que uno ha conocido para
después recordar sólo a los
verdaderos amigos. Uno o
dos tal vez… o a ninguno.
—
Toda aflicción es fruto
de nuestras ambiciones.