
No es nada raro que los gobernadores de los estados gusten de canciones y melodías de moda o no. Nosotros conocimos a algunos que preferían tal o cual canción, que las tarareaban y que ¡hasta las bailaban!
Haciendo memoria, recuerdo que se me hizo saber que al gobernador Torre Díaz le fascinaba el “Claro de Luna” de Beethoven y hacía que la tocara algún pianista en las diversas reuniones a las que asistía. Bueno, pero eso de preferir una pieza clásica no es común escucharla entre los políticos. De Carrillo Puerto ni hablar y sale sobrando memorar que “Peregrina” fue su canción predilecta, misma que hizo componer al poeta Rosado Vega y musicalizar a Palmerín. Ignoramos si su sucesor Iturralde tenía preferencias musicales y lo mismo decimos de Canto Echeverría.
De Novelo Torres, su sucesor hizo componer la jarana “Linda Candita” en la que se nombraba a la esposa del gobernador y a la del Gral. De División de la XXXII Zona Militar. De su sucesor, el Prof. González Beytia gustaba mucho aquella española:
Como soy moreno
de pelo ondulado
cada chica que me mira
es señal que le he gustao…
Y también le pedía a la trova cubana durante su estancia en la Isla Bella, “Boca loca”:
Boca loca, loca de amor,
de aquellos besos que yo le di
De los siguientes gobernantes sólo citaré al Gral. Alpuche, que cordialmente prefería la jarana y en las vaquerías y a cualquier hora se ponía a bailarlas con muy buen paso…
Y estos son los ritmos que recuerdo que preferían los gobernadores del siglo pasado…