Bienestar Espiritual

Oración

“¡LA NAVIDAD, ¡DÍA DEL AMOR MÁS PURO Y MÁS VALIOSO QUE EL ORO, QUE NOS HACE CONTEMPLAR EL ROSTRO DE DIOS HECHO NIÑO, QUE NOS DEVUELVE EL CANDOR MÁS TIERNO Y ENCANTADOR!”

¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Buenos días, Padre lleno de ternura y de amor inefable: Hoy en este momento del resplandor del Lucero más brillante, Te sonreímos y con nuestros ojos del espíritu Te damos ese abrazo propio de quienes se atreven a tenerte presente en todos los momentos de nuestra bendita existencia.

Antes de que amanezca y sin pensarlo dos veces, nos levantamos de un solo golpe, porque, nuestro anhelo es iniciar el nuevo despertar a un día pletórico de novedades que nos llevarán a agradecerte porque de Ti recibimos de todo. Y con todo ello, será probada nuestra lealtad a Ti, Padre Amoroso. En estos instantes pensamos en ese sentimiento que impregna al amor más puro y valioso que el mismo oro, debido a que contemplamos con esos ojos del espíritu a ESE NIÑO DE LA CUEVA DE BELÉN, que nos enternece, nos conmueve, nos inspira, nos muve a revivir ese tiempo de nuestra infancia tan lleno de fe, de esperanza, de ensueños y ternura.

La Navidad, ¡noche bendita llena de luz resplandeciente como nunca en todo el espacio sideral, que iluminó desde la cueva de Belén a lo más profundo de las entrañas de la tierra, hasta llegar al mismo SENO DE ABRAHAM,haciendo que nuestro Padre Adán y nuestra Madre Eva con todos sus hijos saltaran de júbilo, de esperanza por el inmenso amor divino que estaba a punto de ser una realidad!
Esa Luz del “Oriente de los Orientes”, iluminó las más densas tinieblas en las que estaban durmiendo Nuestros Amados Padres en espera del Nuevo Adán, nacido del vientre de la Nueva Eva, la Bienaventurada Virgen María.
¡Qué suceso tan maravilloso se contempla en la Cueva de Belén! ¡Qué sonrisa de un Niño que en su interior esconde la viva presencia del Dios Todo poderoso! ¡La misma Cueva es una bóbeda celestial! ¡La Virgen Santísima es el mismo Trono de los Querubines! El Pesebre, un lugar admirable donde el mismo Cristo Dios está recostado y ha hecho que en él se lleve a cabo el suceso más conmovedor, donde los mismos Magos del Oriente nos den ejemplo de cómo adorar en espíritu y en verdad al Dios humanado.

¡Gracias, Señor, porque a medida que avanza este mes de diciembre, más nos preparamos para adorar al único Dios hecho niño, que fue capaz de unir el ayer sin esperanza al nuevo día de esplendor, de presencia divina llena de poder salvador!

Padre Bendito: ¡Gracias por habernos dado la dicha de ver en ese NIÑO al mismo Dios invisible! Por eso, alegres invitamos a nuestros hermanos, parientes y amigos a postrarnos, bendiciéndole, adorándole y ofreciéndole lo mejor de nosotros mismos. Amén.

P. Cosme Andrade Sánchez+

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