
Si una persona no es invitada a un baile, a un almuerzo, una fiesta o cualquier evento familiar y acude, hay que tener por seguro de que es un «achocón».
Achocón en Yucatán es entrometerse donde no se le llama, o repetimos, donde no se le invita. También una mujer puede ser achocona, y hasta los niños.
Veamos un ejemplo:
-¿Ya sabes, primo, que celebro mis cincuenta años el 18?
-Si sé que cumples años pero no recordaba la fecha
-Pues estás convidado al almuerzo…
-Hombre, gracias, no sabía que lo ibas a celebrar con un almuerzo…
-Pavo en relleno negro, mondongo a la Andaluza y el kabic, para escoger, tacos de lechón al horno…
-¿Y de beber?
-Pues chevas a tutiplén y ya compré unas botellas de Johnnie Walker…
-¡Mare, se pone buena! ¿Muchos invitados?
-Los cuates de siempre
-¿Incluyes al Barrigas?
-No hay necesidad, ahí estará sin mi invitación ¡Es un achocón!
Pisabonito
Esos sujetos que caminan como meneándose y como pisando agua. El Diccionario del Español Yucateco lo tacha de cubanismo y realiza esta definición: «Pisabonito adj. (Cub) (Arc) Persona (dama o caballero) que camina graciosamente, a veces como flotando en el aire. Su caminar es bailado, con meneítos en ocasiones, o con estudiada elegancia».
Ninguno de estos dos modismos los registra la Academia.