
En otros lugares quizás, proporcionarle trabajo a una persona es «darle chamba» para desempeñar. Pero en el español yucateco es también esforzarse de verdad para lograr algo, en este caso, la chamba.
Veamos este ejemplo:
-¿Qué haces, Zorrespín?
-Nada, primo, busco trabajo
-Oye muchacho, pero si hay trabajo de sobra. Solo es buscarlo
-¿Tú puedes conseguirme uno?
-¡Hombe, no uno sino dos!
-¿Y a quién me dirijo?
-A mi mismo, primo, a mi mismo
-A ver… a ver
-Mira, en mi fábrica de zapatos hay chamba y si te apetece…
-¡Claro que si! Dime dónde está tu fábrica…
Una semana después
Zorrespín y el primo se encuentran por la calle:
-Oye juelastucha…
-Qué me tienes que reclamar…
-Me dijo el jefe de personal que sólo estuviste una mañana y no volviste… ¿Qué pasó…?
-Nada, que no entiendo de máquinas y me fatigué mucho. No es para mí. ¡DA TRABAJO HACER EL CALZADO!