Solo bastó media hora de torrencial lluvia para que por toda la ciudad se formaran enormes y profundas lagunas de agua ocasionadas por la obstrucción de los pozos y alcantarillas, a consecuencia de desechos como tapabocas, envolturas, papeles y hojas de árboles, entre otras; que personas sin conocimiento arrojan a la vía pública sin pensar en lo que pueden afectar a la ciudad; enumerando algunos de éstos problemas como inundaciones en la carretera y viviendas, creación de baches, lenta circulación de peatones y automóviles, etc.
Últimamente se ha podido observar el continuo mantenimiento y la recoja de toneladas de desperdicios en estos registros, pero poco puede hacerse si al día siguiente se repite la acción de algunas o de las mismas personas que inciden en estos actos faltos de educación de higiene.
Denunciar a quien incurra en este delito es responsabilidad de todos los que queremos a este bello “Pueblo Mágico”