
“La creatividad, la curiosidad y la visión para poder transformar algo malo en algo bueno, habilidades que desde temprana edad me fueron inculcadas por los maestros del Rogers, han sido fundamentales para mi desarrollo como artista y estudiante de la licenciatura en Arquitectura”, relató Francisco Góngora Cervera, en amena charla con EstamosAqui.MX.
“Mi estadía en el Rogers fue inolvidable. Estudié prácticamente toda la vida, desde kínder hasta la preparatoria. El colegio me brindó muchas herramientas y conocimientos que aplico día a día, pero, lo más importante son los numerosos recuerdos, anécdotas y buenas amistades, amigos del alma”, contó.
“Las enseñanzas de los maestros perduran, al igual que los valores humanos, pero sobre todo la motivación de darlo todo, de esforzarme al máximo para ser un buen trabajador y ser humano”, señaló.
“Aún recuerdo, con gran alegría y cariño, las clases de Historia de México, con el maestro José Luis Vargas; las de Historia del Arte, con Jackie Romero, y las de arte en primaria y secundaria, esas eran mis favoritas, bueno, algunas de mis favoritas”, indicó.
Fueron tantas las historias vividas en el Colegio Peninsular, que si hablara de ellas, Francisco no terminaría jamás, pero hay una que recuerda con mucho cariño: “la ‘guardia‘, un viejo árbol de la escuela que, con sus ramas y hojas, formaba una cueva en la que mis amigos y yo nos metíamos y jugábamos a que cada quien tenía un rol importante; yo era el líder, teníamos amigos recolectores de palos, recolectores de piedras y nuestra moneda de cambio eran las tapas de refrescos, las cuales atesorábamos como oro. Grandes recuerdos, sin duda”, detalló.
“Es tanto el cariño que siento por el Rogers, que hace unas semanas fui a visitar la escuela. Sentí una gran nostalgia al entrar por la puerta principal y caminar por el pasillo rojo, me trajo muchas emociones y recuerdos. Ver a mis queridos maestros y platicar con ellos sobre lo que hemos hecho en estos años fue muy gratificante”, narró a EstamosAqui.MX.
“Ahora, como ex alumno Rogers, me doy cuenta que soy muy afortunado y que no pude haber tenido una mejor elección y educación. El Rogers siempre será mi alma máter“, finalizó.
