Bienestar Espiritual

Oración matinal

Salmo 56

¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

Muy de mañana a Ti acudo, Señor en quien pongo mi entera confianza. ¡Apiádate de mí, oh mi Dios y Padre, porque muchos son los que me insultan y pisotean mi dignidad, sin dejarme respirar todo el día! Es tal su orgullo que pelean contra mí, a pesar de que yo soy Tu siervo, quien Te respeta profundamente, quien Te alaba y quien en Ti confía. Yo sé que cuento con Tu apoyo, Tu amor y protección y con la firmeza de la fe proclamo: ¿Qué me pueden hacer, siendo simples mortales, que desvirtúan mis palabras y sus pensamientos se dirigen para hacerme maldad? Me atacan, se esconden, espían cada uno de mis pasos a fin de matarme

A causa de su maldad, ¡arrójalos, oh Dios, humillando a sus secuaces! Tú sabes que mi vida es la de un hombre errante, porque sé que mi morada en la tierra es efímera. ¡Señor, toma en cuenta mis lágrimas y que queden plasmadas en el Libro de la Vida!

Solo así estaré seguro que todos mis adversarios retrocederán tan solo al oír que Te invoco. ¡Verán lo que eres capaz de hacer en mi favor cuando escuchen mi alabanza, proclamando el respeto que mereces y el Poder de Tu Palabra de Vida!

Sí Señor: ¡En Ti he confiado y no experimentaré temor! Ante Ti, mi Señor, ¿Qué me pueden hacer con su pobre poder humano?

No he olvidado los votos de consagración que a Ti hice de manera consciente. Mis ofrendas de gratitud las ofreceré en presencia de ellos, porque es necesario que sepan que Tú, mi Señor, me has librado de todo tropiezo y a mi alma de la muerte, a fin de que yo camine siempre ante Tu presencia y portando la Luz de la Vida maravillosa que me tienes reservada.

¡GRACIAS, SEÑOR, DIOS DE NUESTROS AMADÍSIMOS PADRES!

¡BENDITO SEAS, POR SIEMPRE, SEÑOR Y SOBERANOS NUESTRO! AMÉN+

Deja un comentario

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba
error: Este contenido está protegido. Gracias.