Durante un recorrido en bicicleta EstamosAqui.MX registró las huellas de un Puma joven en la reserva de El Palmar. Se le nombra también León, león americano o Cougar, su nombre científico es Puma concolor.
Este felino es el segundo más grande en nuestro país, después del jaguar y aunque se adapta mejor que este último a los cambios del ambiente, también resiente los mismos. Sus densidades de población son bajas y es un hábil cazador de emboscada. Se alimenta de presas que van desde conejos hasta seretes, pecaríes y venados. Cuando se encuentra con el jaguar, no compite con el.
La sub especie en Yucatán es Puma concolor mayensis, que es una de las subespecies más pequeñas, llegando a medir de la punta a la cola alrededor de 2 metros y pesar poco más de 65 kilos. Su coloración café pajizo le asegura un camuflaje muy efectivo, las crías son moteadas.
Alcanzan su madurez sexual entre 1 y 3 años de edad y la gestación dura alrededor de 90 días. Las crías abandonan a la madre a los dos años. En este momento la madre entra en celo de nuevo, por lo que se observa que las hembras tienen crías cada 2 o 3 años. Son animales de hábitos solitarios, por lo que si se observa un grupo, será generalmente de una madre con sus crías.
No representa un peligro real para el humano ni para sus posesiones incluyendo el ganado. El Puma normalmente no ataca, a menos que se vea acosado y acorralado, por lo que si se observa alguno, lo mejor es dejarlo en paz.
Aunque no se encuentra enlistado en la Norma Oficial Mexicana bajo ninguna categoría de protección, se reporta que algunas de sus poblaciones han desaparecido por cacería descontrolada y por cambios en el hábitat.
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