
Fue una sorpresa y… muy grande; quizá hasta reflexiva porque a ella la hacen surgir después de nueve meses de imágenes tristes, preocupantes y amenazadoras por la pandemia del Corona Virus-19.
El Ayuntamiento de Mérida y la empresa Coca Cola, son los autores de la alegre sorpresa de adornar importantes y transitadas glorietas con motivos navideños, llenos de luz y música para disfrute de los meridanos y visitantes de otros lugares, en estos tiempos invernales.
Esos adornos han devuelto la luz a los ojos, la sonrisa en la cara de los ciudadanos y los deseos de hacerse la foto entre todos aquellos símbolos de la paz y la alegría navideña.
Esa iniciativa ha devuelto el rostro ciudadano a las calles, a esos sitios donde se siente lo positivo de esta temporada de paz y amor.
Es atractiva esa ornamentación porque, pese a las dificultades económicas, luce profusa, es decir, abundante, como si se quisiera enviar el mensaje de que aquí no ha pasado nada. ¡Tengan todos salud, felicidad y adelante!

Anoche la glorieta del paso deprimido fue tomada por ciudadanos que estacionaron su vehículo alrededor de ella y se bajaron para ver de cerca los adornos y tomarse la foto.
Esa iniciativa de adornar desparpajadamente lugares tan señalados de nuestra ciudad, motivará a todos a encender las luces del entusiasmo, la fe y la esperanza que nunca debe ser derrotada por ninguna adversidad.
La primera glorieta que llamó mi atención de conductor vehicular, fue la del Cordemex, cercana a donde estuvo el hospital de recuperación de enfermos de COVID.
Me queda muy claro que el Alcalde Renán Barrera Concha, se ha preocupado de manera inteligente por el servicio social y no por el modelaje para la foto o ganar puntos en las encuestas de opinión.
En mi derrotero diario, al ver esas imágenes navideñas en esos lugares, sentí un respiro amplio que me devolvió a la realidad extraviada, arrebatada por la pandemia, durante tantos, pero tantos meses. ¡Gracias! De verdad gracias, por habernos devuelto la alegre realidad meridana.